Home Internacionales La ultraderecha rusa que quiere arrastrar al presidente Putin a la “guerra total”

La ultraderecha rusa que quiere arrastrar al presidente Putin a la “guerra total”

by Kelvin Jarama

Desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de este año, el Kremlin ha buscado por todos los medios minimizar la realidad de la guerra. La descripción de la invasión como una “operación especial” y la persecución de cualquiera que se atreviera a llamarla con cualquier otro nombre pretenden subrayar el carácter supuestamente temporal y limitado del conflicto armado.

Quiere desdibujar la frontera entre la guerra y la paz. Este principio continuó en el discurso de Vladimir Putin el 21 de septiembre, en el que anunció una “movilización parcial”. Pero la feroz resistencia de Ucrania le ha dado la vuelta a la tortilla.

Mientras que algunos rusos se han opuesto al ataque a Ucrania desde el principio y protestaron públicamente contra la movilización que se declaró recientemente, otros, en la ultraderecha, sienten que Rusia se está conteniendo demasiado y piden cada vez más una movilización total, bombardeos masivos de ciudades ucranianas, e incluso el uso de armas nucleares.

Comprender quiénes son estos ultranacionalistas y qué representan es esencial para descifrar la estrategia de guerra del Kremlin.

Los hombres detrás de la ultraderecha de Rusia

Aunque casi nadie en Rusia afirma abiertamente ser de “ultraderecha”, existe, no obstante, una “coalición heterogénea” a la derecha del régimen de Vladimir Putin que comprende fundamentalistas ortodoxos, varios matices de nacionalistas de la oposición (que van desde “nacional demócratas” hasta neonazis), las llamadas milicias “patrióticas”, blogueros militares (milbloggers) y veteranos del Donbás.

Una de las figuras de estos últimos, Igor Girkin, también conocido como Strelkov (“tirador”), se desempeñó brevemente como “ministro de defensa” de la autoproclamada República Popular de Donetsk en 2014.

Esta franja política no tiene representación parlamentaria. El erróneamente llamado Partido Liberal Democrático de Vladimir Zhirinovsky (1946-2022) fue sin duda ultranacionalista en la década de 1990, pero luego se incorporó, junto con el Partido Comunista, a la oposición títere y “sistémica”.

El Kremlin también prohibió muchos movimientos de ultraderecha que consideraba peligrosos o violentos por su “extremismo” y les negó permisos a los partidos nacionalistas de oposición para registrarse formalmente.

Sin embargo, el régimen tolera, si no es que alienta, la presencia de portavoces de estos movimientos en los medios de comunicación rusos con la condición de que les sean leales con la excepción de un puñado de figuras que se oponen a la guerra, la ultraderecha de Rusia elogió al régimen de diversas maneras por restaurar la grandeza de Rusia, emanciparse de Occidente (y sus valores supuestamente decadentes) y, sobre todo, defender el “mundo ruso”.

Si bien la mayoría de estos radicales dieron la bienvenida al anuncio de una movilización parcial por parte de Vladimir Putin, y algunos incluso reconocieron en ella un “signo de la Providencia”, un buen número, sin embargo, afirmó que era demasiado poco y demasiado tarde.

BBC

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