Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal, llamó a que las organizaciones de mujeres y la ciudadanía la acompañen en el plantón que se realizará el próximo 14 de febrero a las 9 de la mañana en la Unidad Judicial de Carcelén (Calles Tadeo Benítez y Joaquín Mancheno, Sector Carcelén Industrial). Allí se desarrollará la Audiencia preparatoria de juicio en contra de Germán Cáceres, femicida confeso de María Belén Bernal y del subteniente Camacho, vinculado por la Fiscalía, por su presunta responsabilidad en el caso, al no haber auxiliado a la víctima, como era su deber.
Elizabeth manifestó que tras cinco meses del femicidio, el caso se está apagando y los funcionarios la fiscalía y el gobierno le han cerrado las puertas, por lo que teme por sus actuaciones durante la etapa del juicio.
“En el primer mes, cuando hubo esa presión mediática y ciudadana, la fiscalía estaba muy atenta, ahora ya ni si quiera quieren recibirme o informarme”, aseguró Otavalo.
Además recordó que la prueba más contundente en el caso es el audio que se extrajo del celular de María Belén Bernal, una vez que su hijo Isacc lo desbloqueó. A Elizabeth Otavalo, le extraña que se hayan tardado un mes para abrir el teléfono y también teme que el audio fuera manipulado, pues existirían dos minutos en los que no se oye nada.
Para la madre de María Belén Bernal, todos los generales y rangos superiores de la policía se lavaron las manos y han evadido cualquier tipo de responsabilidad, incluso en los procesos disciplinarios, donde no se sancionó a quienes estuvieron la noche del 11 de septiembre de 2022 en el Castillo de Grayskull.
Las interrogantes de Elizabeth son las mismas desde el primer día, por ejemplo, quién permitió su ingreso. Está segura de que los generales Luna, Ponce y Sarzosa, supieron a partir del día siguiente sobre su desaparición, sin embargo luego lo negaron.
Por eso nuevamente solicita la solidaridad de la ciudadanía y una vigilancia permanente al proceso judicial en marcha, tanto el juicio en contra de Germán Cáceres y contra el Subteniente Camacho, como el caso que se lleva por fraude procesal.
“Este 14 de febrero, en Carcelén, nos vamos a parar y vamos a estar vigilantes del juez”, dice Otavalo.
Germán Cáceres duerme bien
El pasado 12 de enero, Germán Cáceres confesó haber matado a su esposa, por estrangulamiento. Esto es parte de la versión que anticipó en una diligencia en Guayaquil.
Según Elizabeth Otavalo, el femicida de su hija, Germán Cáceres, come bien, duerme bien, toma el sol y está muy bien en la cárcel “La Roca”, a donde fue llevado luego de su captura en Colombia, el pasado 30 de diciembre de 2022. Además tiene dos policías que lo custodian, según el informe del SNAI, presentado a la comisión de Participación Ciudadana, de la Asamblea Nacional.
Otavalo también cuestiona duramente las expresiones de quienes han manifestado que fue “un error”, el cometido por Cáceres y recordó la frialdad con la que cometió el crimen y que luego se atrevió a mentirles a todos, para facilitar su huida. “Él se atrevió a dejarle huérfano a Isacc”, afirmó.
La participación del subteniente Camacho
El subteniente Camacho, está vinculado al caso porque en el audio se escucha que abrió la puerta, tras escuchar los sonidos de los golpes y los gritos de auxilio de María Belén. Según Otavalo, el subteniente dijo que vio un cuerpo, pero no sabía si era hombre o mujer y luego cambió su versión.
“Él pudo salvarla, si actuaba, como era su deber”, en vez de eso fue a dormir abrazado a su perro, denunció Otavalo, destacando que Camacho es hijo de un oficial de alto rango, por lo que tampoco fue sancionado en un proceso administrativo disciplinario.
En la audiencia de evaluación y preparatoria de juicio convocada para el 14 de febrero se sustentará el dictamen fiscal , el juzgador determina y valora las pruebas obtenidas dentro de la instrucción fiscal, y tiene la potestad de llamar a juicio o dictar sobreseimiento a los procesados.