Los comercios de menor tamaño, que carecían de generadores eléctricos, debieron ingeniárselas para servir a sus clientes como mejor pudieron.
El inicio del racionamiento eléctrico en Guayaquil afectó a la población en general, ya que muchas personas se sorprendieron al despertar sin electricidad, pero tuvo un impacto aún más significativo en los negocios, que enfrentaron dificultades para llevar a cabo sus operaciones y experimentaron una marcada disminución en sus ventas.
En la avenida 9 de Octubre, una de las principales arterias comerciales del Puerto Principal, el habitual bullicio de los negocios de electrodomésticos, ropa y restaurantes se vio reemplazado por el ruido de generadores eléctricos. En este sector el corte empezó a las 09:00 y se extendió hasta las 11:00.
Solo las tiendas más grandes atendieron con normalidad, gracias a sus plantas de energía. En los locales más pequeños, todo era tinieblas y se atendía desde las fachadas a los poquísimos clientes que se acercaban.
Daniela Haro, encargada de un local de venta de sánduches, aseguró que la caída en las ventas fue del 60 %, pues las personas no querían entrar por la oscuridad y por el intenso calor porteño.
“Es un problema porque el proveedor de bebidas viene de mañana. Sin electricidad no hay cómo enfriarlas y las que ya estaban en los refrigeradores se calientan. La gente no toma cola caliente”, se quejó.
A pesar de que dos horas puedan parecer un periodo breve, en un establecimiento de comida, esta interrupción puede tener un impacto significativo. En el primer día de cortes, las ventas se vieron reducidas en un 60%.
Rosalí Merino, comerciante
Otros comercios, como una pastelería de la misma zona, prefirieron cerrar durante las dos horas del apagón, pues sin electricidad no podían atender bien a los clientes.
En los mercados de la ciudad el malestar también fue generalizado. En el de Sauces 9, norte porteño, los carniceros no pudieron usar sierras, molinos ni balanzas eléctricas, mientras que los negocios de desayunos no pudieron ofrecer batidos, ya que se necesitaban máquinas para prepararlos.
Para muchos ciudadanos, los apagones, más que molestias, generan preocupación, pues las variaciones de voltaje pueden dañar sus electrodomésticos.
“Los de CNEL (Corporación Nacional de Electricidad) dicen que los apagones serán a cierta hora, pero no son puntuales. Hay que apagar los aparatos antes y esperar hasta después de la hora anunciada para volver a enchufarlos”, comentó Isabel Zerna, residente de Samanes 7, al norte de urbe.
El primer día de racionamiento eléctrico en Guayaquil le pasó factura tanto a ciudadanos, muchos de los cuales despertaron con la sorpresa de que no tenían energía, pero sobre todo a los comercios, que vivieron dificultades para realizar sus actividades y vieron drásticamente reducidas sus ventas.
(Te invitamos a leer: Apagones en Guayas: Así serán los cortes de luz)
En la avenida 9 de Octubre, una de las principales arterias comerciales del Puerto Principal, el habitual bullicio de los negocios de electrodomésticos, ropa y restaurantes se vio reemplazado por el ruido de generadores eléctricos. En este sector el corte empezó a las 09:00 y se extendió hasta las 11:00.
Solo las tiendas más grandes atendieron con normalidad, gracias a sus plantas de energía. En los locales más pequeños, todo era tinieblas y se atendía desde las fachadas a los poquísimos clientes que se acercaban.
Ruby Valdivieso (der.) fue uno de los presentes en el anuncio respecto de Loja y Zamora Chinchipe.
Apagones en Ecuador: En Loja y Zamora Chinchipe sí cuentan con energía eléctrica
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Daniela Haro, encargada de un local de venta de sánduches, aseguró que la caída en las ventas fue del 60 %, pues las personas no querían entrar por la oscuridad y por el intenso calor porteño.
“Es un problema porque el proveedor de bebidas viene de mañana. Sin electricidad no hay cómo enfriarlas y las que ya estaban en los refrigeradores se calientan. La gente no toma cola caliente”, se quejó.
Dos horas pueden parecer poco, pero en un negocio de comida afecta mucho. Primer día (de corte) y la afectación es del 60 % en las ventas”.
Rosalí Merino, comerciante
Otros comercios, como una pastelería de la misma zona, prefirieron cerrar durante las dos horas del apagón, pues sin electricidad no podían atender bien a los clientes.
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En los mercados de la ciudad el malestar también fue generalizado. En el de Sauces 9, norte porteño, los carniceros no pudieron usar sierras, molinos ni balanzas eléctricas, mientras que los negocios de desayunos no pudieron ofrecer batidos, ya que se necesitaban máquinas para prepararlos.
Preocupados por sus electrodomésticos
Cortes de energía eléctrica en GuayaquilLos restaurantes tuvieron que cocinar aprovechando la luz natural, de celulares y solo usando utensilios manuales.AMELIA ANDRADE / EXTRA
Para muchos ciudadanos, los apagones, más que molestias, generan preocupación, pues las variaciones de voltaje pueden dañar sus electrodomésticos.
“Los de CNEL (Corporación Nacional de Electricidad) dicen que los apagones serán a cierta hora, pero no son puntuales. Hay que apagar los aparatos antes y esperar hasta después de la hora anunciada para volver a enchufarlos”, comentó Isabel Zerna, residente de Samanes 7, al norte de urbe.
Para Mariuxi Herrera, el problema de los cortes resulta superlativo. Ella labora bajo régimen de teletrabajo, por lo que los cortes le resultan un impedimento para cumplir sus tareas diarias
“Hoy la energía se fue a las 07:00. Se supone que debía volver a las 11:00, pero llegó después. Esto resulta en retrasos, me toca trabajar hasta más tarde de lo acostumbrado para cumplir con mis labores”, explicó.