El 15 de noviembre, luego de la acusación de Estados Unidos de que Hamás utiliza hospitales en Gaza como trincheras, Israel llevó a cabo una ofensiva militar selectiva, esta vez cerca del mayor hospital de la Franja, Al Shifa. En los alrededores de este hospital, donde se encuentran heridos a causa del conflicto y bebés prematuros, las tropas israelíes se enfrentaron a miembros de Hamás.
Posteriormente, ingresaron al hospital, pero antes, las tropas “encontraron artefactos explosivos y células terroristas, y comenzó un enfrentamiento en el que murieron terroristas” ,según afirmó el Ejército israelí, sin especificar el número de muertos.
Daniel Hagari, portavoz del Ejército israelí, indicó en un mensaje de video que “las tropas terrestres están llevando a cabo una operación precisa y selectiva contra Hamás en un área específica del hospital Al Shifa” con el objetivo de “derrotar a Hamás y rescatar a rehenes”.
Hasta el momento, no se ha informado de que hayan encontrado rastro alguno de los 239 rehenes. Israel afirma que Hamás tiene su principal centro de mando en una zona, posiblemente subterránea, del hospital Al Shifa, una afirmación que el grupo islamista que gobierna de facto la Franja desde 2007 niega.
Hamás responsabilizó a Estados Unidos, la Casa Blanca y el Pentágono de la incursión en el hospital de Al Shifa. Además, advirtió que esto podría resultar en una nueva masacre contra civiles.
El Ejército israelí afirmó haber otorgado un plazo de 12 horas a los milicianos palestinos para cesar todas las actividades militares dentro del hospital Al Shifa. También hizo un llamado a “todos los terroristas de Hamás presentes en el hospital a que se rindan”. Es importante destacar que el hospital Al Shifa, el más importante de la Franja de Gaza, enfrenta problemas críticos como la falta de electricidad, agua potable y alimentos desde hace varios días. En sus instalaciones residen alrededor de 9.000 personas, incluyendo desplazados, personal médico y pacientes.