El presidente Daniel Noboa confió como única función a Verónica Abad «ser colaboradora para la paz y precautelar el escalamiento de la conflictividad entre Israel y Palestina».
La extraña misión que le delegó el presidente Daniel Noboa a su compañera de fórmula causó polémica en redes sociales, el 24 de noviembre de 2023. La intención de que la vicepresidenta Verónica Abad deba viajar a Israel para desempeñarse como colaboradora de paz generó diversas reacciones.
Es la primera vez, desde el retorno a la democracia, que un Mandatario envía a trabajar fuera del país a su Vicepresidente y, más aún, como interlocutor en un conflicto bélico tan lejano al Ecuador y que, de paso, envuelve intereses geopolíticos de grandes dimensiones.
El 7 de octubre, el grupo islamista Hamás desató la guerra con Israel, al asesinar a unas 1.200 personas durante un ataque sorpresa y secuestrar a otras 240. Desde entonces, las autoridades de Gaza denuncian que, hasta el 23 de noviembre, hay cerca de 15.000 víctimas mortales del conflicto.
Sin embargo, el comunicado de la Casa de Gobierno señala explícitamente que Abad deberá trasladarse hasta la Embajada de Ecuador en Tel Aviv para cumplir su nuevo rol, en medio de ese escenario. La decisión fue oficializada mediante el Decreto Ejecutivo número 27, suscrito este 24 de noviembre de 2023, un día después de asumir el cargo, lo que ratificó las tensiones entre ambos.
Específicamente, según el decreto, Abad estará físicamente en la Embajada de Ecuador en Israel. Allí tiene por encargo «precautelar el buen uso del gasto público». Además, tendrá que comunicar al Presidente todas las funciones que realice. Lo debe hacer de forma mensual.
De momento, Abad no se ha pronunciado sobre la decisión presidencial, que implica dejar de lado sus primeros anuncios de que recorrería «cada provincia, cantón y parroquia de nuestro amado Ecuador, acercándole el gobierno a la gente». Además, este viernes, la Segunda Mandataria acudió oficialmente a las instalaciones de la Vicepresidencia en Quito, donde indicó que «la defensa de la libertad siempre será un valor fundamental para construir el nuevo Ecuador».
Si bien la Constitución ordena que el Vicepresidente debe desempeñar las funciones que le asigne el Presidente, o reemplazarlo en caso de ausencia, nadie puede obligar a Verónica Abad a viajar a Israel y trabajar en la Embajada en Tel Aviv.
La sede diplomática consta de cuatro funcionarios, ninguno con el rango de embajador, según el registro de la Cancillería. Eso dice mucho de la relación bilateral, ya que el tamaño de la Embajada refleja el interés, necesidad o cooperación existente.
Sin embargo, al estar decretadas sus funciones, si Abad no las acata, puede ser destituida por incumplimiento. Lo que implicaría iniciar un proceso de reemplazo de la Vicepresidenta.
Esto no es nuevo para los ecuatorianos, puesto que en el periodo de Lenín Moreno hubo cuatro vicepresidentes. En caso de llegar a ese escenario, Noboa debería remitir una terna a la Asamblea Nacional, donde mantiene un pacto entre su bancada, el correísmo y el socialcristianismo, para que los legisladores elijan a la nueva Segunda Mandataria.