En su primer discurso como Presidente de la Nación, tras asumir en el Congreso de la Nación, Javier Milei habló sobre la situación política, social y económica que enfrenta a partir de hoy. Lo hizo en las escalinatas del ingreso del Congreso de la Nación y no dentro del recinto, como había sucedido en anteriores asunciones presidenciales.
Con una alocución que se extendió por 34 minutos y mirando al público presente en la Plaza del Congreso, el economista adelantó parte de su plan de Gobierno.
En un discurso en donde la mayor parte de su alocución se centró en la economía, el flamante primer mandatario dedicó parte de sus palabras y realizó una mención directa a la salud. En este pasaje, el jefe de Estado describió un panorama devastador sobre la situación sanitaria en Argentina, a la vez que mencionó la cantidad de muertos por la pandemia del coronavirus que tuvo el país.
“El sistema de salud se encuentra completamente colapsado. Los hospitales están destruidos. Los médicos cobran miseria. Y los argentinos no tienen acceso a salud básica”, explicó Milei durante su primer mensaje como presidente. Es que, según destacó el jefe de Estado, la situación es crítica en materia de salud debido a la falta de insumos médicos que desde hace meses impide a los profesionales hacer su trabajo.
Esta situación fue alertada por distintas asociaciones científicas, como es el caso del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI), quienes afirmaron que este faltante“pone en riesgo la calidad de la atención de los pacientes, especialmente de aquellos casos con riesgo de vida”. Incluso, a fin de octubre, seis sociedades científicas cardiológicas alertaron mediante una carta pública la gravedad que atravesaba el sector.
La pandemia en el ojo del discurso de Milei
Respecto a la pandemia por COVID el presidente Milei afirmó: “Durante la pandemia, si los argentinos hubieran hecho lo que hizo la media de los países del mundo, hubiéramos tenido 30.000 muertos. Pero gracias al Estado que nos cuida y a su ineficiencia, 130.000 argentinos perdieron la vida”.
“Ese es el Estado presente de lo que hablan tanto los políticos, argumento que utilizan para aumentar el gasto público que solo los beneficia a ellos. En todas las esferas, miren donde miren, la situación de la Argentina es de emergencia”, continuó en su escueta referencia a la situación sanitaria nacional.
En la Argentina, los primeros casos de COVID-19 empezaron a reportarse en marzo de 2020. Desde entonces han fallecido 130.696 personas en total. Pero los cuadros graves y las muertes fueron bajando a medida que avanzó el plan estratégico de vacunación, con un esquema primario de dos dosis y refuerzos.
Aunque ya no está declarada la emergencia de salud pública de importancia mundial, el coronavirus aún es una “amenaza para la vida de las personas” -según la Organización Mundial de la Salud-, especialmente para las que tienen más de 50 años, las personas gestantes, y para aquellos con patologías previas.