Por: Marco Flores
La economía ecuatoriana está dolarizada. No es lo mismo pagar impuestos en moneda propia que en dólares. No da igual pagar 15% de IVA en dólares que en pesos o cualquier otra moneda propia que se ajusta y devalúa. No da lo mismo descargar los impactos de un «ajuste» socialmente asimétrico sobre las personas de menores ingresos que sobre las de mayores ingresos. Se llama inequidad. El ingreso real promedio de las personas que tienen empleo formal en Ecuador no supera los 300 dólares mensuales. Su capacidad adquisitiva es la más baja de América del Sur.
El IVA es el impuesto más regresivo al consumo. Regresivo porque su pago afecta más a quienes menos ingresos tienen. El consumo significa el 67% del PIB. Sin las remesas que envían anualmente los migrantes el consumo inevitablemente hubiera colapsado.
Claramente si sube el IVA se afectan el consumo y la demanda que son los que impulsan el crecimiento del PIB y del empleo. Y se afectan mucho más si la economía, como ahora mismo ocurre con la ecuatoriana, muestra contracción en su tasa anual de crecimiento.
Cuando el PIB no crece lo suficiente tampoco crece lo suficiente el empleo. No aumenta o se reduce la base tributaria con un PIB insuficiente. No se puede reducir pobreza. Un crecimiento frágil y débil del PIB se queda en la cúspide de la pirámide poblacional y no llega al resto de la población. El bienestar no se transmite por goteo.
Todas las principales variables macroeconómicas que definen el crecimiento del PIB y el bienestar de las personas, muestran contracción real y nominal. Es lo que está ocurriendo en variables como el consumo total, el consumo de los hogares, las exportaciones e importaciones, la crucial formación bruta de capital fijo (inversión); y, el ingreso real por persona que ha retrocedido por debajo de su nivel de hace 11 años.
El PIB crece muy por debajo de la tasa de crecimiento poblacional y la diferencia significa la presencia de graves necesidades, carencias y pobrezas para las personas de menores ingresos. Significa también hacer más pobres a los pobres. Significa que nacen y mueren pobres.
La pobreza extrema está en 2 dígitos con el 10.8% de la población sobreviviendo con menos de 1,70 dólares al día. El 38% de la población vive en pobreza monetaria con menos de 3 dólares diarios. El 40% de la población total sufre muy graves necesidades y carencias (pobreza multidimensional). Mientras tanto la deuda pública total supera los 80 mil millones de dólares, equivale al 67% del PIB y su pago anual de capital e intereses absorbe el 25% del Presupuesto del Estado.
En medio de toda esta realidad se propone incrementar el IVA 25 por ciento, desechando otras fuentes alternativas de los ingresos que reclama el gobierno. La meta fundamental de la economía es procurar el bienestar de la gente, no de unos pocos, sacrificando a la población pobre y de menores ingresos. La economía tiene principios y fundamentos que se basan en la búsqueda de equidad y Bien Común. También en conocimiento aplicado en dirección correcta.
Columnista invitado