La tarde del domingo se registró un derrumbe en el sur de China que dejó más de 30 muertos. Al día siguiente, un potente sismo sacudió el noroeste del país, hubo un terremoto de magnitud 7,1 en Xinjiang (noroeste). El potente sismo deja por el momento tres muertos y daños en viviendas e infraestructuras, según informes preliminares de las autoridades locales. Al terremoto le siguieron varias réplicas, la mayor de ellas de 5,3 grados, indicó la institución.
El sismo ocurrió este lunes 22 de enero, con epicentro a 22 kilómetros de profundidad, y afectó sobre todo al condado de Wushi de la prefectura de Aksu, según el Centro de Redes Sismológicas de China. Al menos seis personas resultaron heridas a consecuencia del sismo, dos de ellas graves y todas residentes en un pueblo de la prefectura de Kizilsu, reportó el diario Global Times.
En las viviendas situadas en las cercanías del epicentro, se vinieron abajo 47 casas y numerosos establos, además de quedar interrumpido parcialmente el suministro eléctrico, que ya ha sido restituido. El área afectada se sitúa en una región montañosa poco poblada cercana a la frontera de China con Kirguistán. La sacudida fue perceptible en varias ciudades de Xinjiang como Kashgar, Hotal y la capital, Urumqi, en la que temblaron incluso los pisos más altos de los edificios, según el testimonio de residentes a medios locales.
Las autoridades locales y provinciales han enviado ya equipos de rescate y emergencias a la zona del epicentro y mantienen movilizadas a 800 personas, 182 vehículos y 32 perros de búsqueda por si fuera necesaria su actuación.
Previo a esto, el domingo hubo otro evento grave en China. Específicamente en la provincia de Yunnan, al sur del país asiático, un deslizamiento de tierra sepultó a 44 personas. Las autoridades ya han confirmado que 31 de ellas murieron. El suceso tuvo lugar a las 16:51 del domingo en el condado de Zhenxiong y afectó a unos 18 hogares situados en la zona baja entre dos montañas.
«Estábamos dormidos a esa hora, era de madrugada y todavía estaba oscuro. De repente hubo un fuerte ruido y el suelo tembló. Se sintió como si fuera un gran terremoto», dijo un habitante de la región al medio local Jimu News.
Según una investigación preliminar citada por la agencia estatal Xinhua, la masa de tierra deslizada medía aproximadamente 100 metros de ancho, 60 metros de altura y alcanzó un grosor medio de seis metros. El área había registrado fuertes nevadas. El presidente chino, Xi Jinping, reclamó un esfuerzo «total» en las tareas de búsqueda y rescate de las personas atrapadas, apuntó la agencia oficial de noticias Xinhua.