Autoridades en Rusia acusaron a Ucrania de derribar un avión de transporte militar ruso con 65 prisioneros ucranianos a bordo, que se estrelló este miércoles en la región de Belgorod, cerca de la frontera entre ambos países. El señalamiento fue hecho inicialmente por el ministerio de Exteriores y, luego, fue reiterado en un comunicado del ministerio de Defensa.
Durante una rueda de prensa en la sede de la ONU en Nueva York, el canciller ruso, Sergei Lavrov, se refirió a lo ocurrido como un «ataque terrorista» e informó que había solicitado una reunión del Consejo de Seguridad para este miércoles en la tarde. Las autoridades ucranianas publicaron una declaración en la que acusan a Moscú de poner en riesgo la vida de los prisioneros, pero sin negar que Kyiv pueda tener alguna responsabilidad sobre lo ocurrido.
Según la información dada por el ministerio de Defensa ruso, en el avión viajaban 65 prisioneros de guerra ucranianos que iban a ser liberados en un intercambio con las fuerzas ucranianas, además de seis miembros de la tripulación y tres escoltas. Por ahora no ha sido posible verificar de forma independiente ninguno de los detalles sobre las personas que iban a bordo del avión tipo Ilyushin-76. Tampoco se ha podido comprobar qué causó la caída del aparato, pero expertos que vieron el video difundido y verificado de un avión cayendo cerca de la población de Yablonovo, dijeron a la BBC que la evidencia inicial es que fue derribado.
El servicio de inteligencia militar de Ucrania emitió una declaración en la que afirman no disponer de «información confiable» acerca de quiénes viajaban en el avión estrellado. El texto agrega que Ucrania había «ejecutado todos los acuerdos» para el intercambio de prisioneros previsto para este miércoles, pero agrega que «correspondía a Rusia garantizar la seguridad de nuestros defensores bajo los acuerdos que se habían alcanzado».