El Gobierno de Gustavo Petro ha puesto en marcha una negociación con la Segunda Marquetalia, el grupo de disidentes de la extinta guerrilla de las FARC encabezado por Iván Márquez, en la que será la tercera mesa de diálogos en el marco de la paz total.
“Coincidimos en la necesidad de llevar a cabo un proceso de paz ordenado, ágil, riguroso y respetuoso, que brinde tranquilidad y certezas a la sociedad colombiana en el compromiso genuino de la solución política y la construcción de la paz”, dice la declaración conjunta que se conoció este viernes. Está firmada por Márquez, a quien se ha dado por muerto en más de una ocasión, y por el comisionado de Paz, Otty Patiño.
El origen de la Segunda Marquetalia se remonta al momento en que Iván Márquez, quien fuera jefe negociador en los diálogos con el Gobierno, anunció en agosto de 2019 que retomaba las armas junto a otros jefes de las antiguas FARC que se habían apartado de sus compromisos con el sistema de justicia transicional.
Aunque nunca hubo una desbandada de firmantes de paz, como se temió en un primer momento, el fuego de las disidencias ha estado alimentado por nuevas dinámicas de reclutamiento forzado, a menudo de menores de edad. “El porcentaje de reincidentes y disidentes varía bastante dentro de cada grupo, pero el grueso de los combatientes rasos de estas estructuras son nuevos reclutas”, destaca el análisis de la Fundación Ideas para la Paz.
En Colombia persisten siete conflictos armados internos, y cuatro de ellos involucran facciones disidentes de las FARC, de acuerdo con el balance anual del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Mientras el Gobierno ha empaquetado a los Comandos de la Frontera que operan en el departamento del Putumayo como parte de la Segunda Marquetalia, el CICR lo considera hasta ahora un grupo independiente.