Aunque la afluencia de turistas es reducida, las experiencias compartidas por visitantes extranjeros destacan la seguridad como un aspecto positivo.
A pesar del estado de excepción por el conflicto armado interno vigente en Ecuador, los extranjeros continúan llegando a Quito. Si bien las ventas e ingresos en el sector turístico han sido bajas, se prevé una mejora a partir del feriado de Carnaval.
En las calles de la ciudad, se vio a un reducido número de turistas extranjeros que compartieron sus vivencias positivas en Ecuador.
Hayden Neal, ciudadano de Utah, Estados Unidos, vivió dos años en Ecuador como misionero mormón hace una década y sigue encontrando la ciudad de Quito atractiva. Aunque ha notado algunos cambios, considera que el país sigue siendo hermoso y encantador.
Michael Neal, de Oregón, Estados Unidos, es padre de Hayden. Él ha recorrido varios países en bicicleta antes de llegar a Ecuador, destacó la seguridad y amabilidad de la gente ecuatoriana. Señaló que su viaje ha sido perfecto y que Ecuador es mucho más seguro de lo que se percibe desde el exterior. Salió hace nueve meses de Estados Unidos en su bicicleta y el último país antes de Ecuador fue Colombia, donde partió desde Barranquilla. Una de sus metas es hacer cumbre en la montaña más alta de cada nación, por ello días atrás coronó el Chimborazo, la montaña más alta de Ecuador.
Después llegó a Quito, era especial porque planearon encontrarse padre e hijo, luego de mucho tiempo. Su hijo, Hayden, ya tiene hijos, creó una nueva familia, pero este viaje fue especial para tener un tiempo entre ellos dos.
Carmen Moya, propietaria de un puesto en el Mercado Artesanal de La Mariscal, informó sobre la notable disminución en las ventas, aunque durante el feriado han recibido la visita de turistas tanto nacionales como extranjeros.
Manifestó su esperanza de que más personas se animen a visitar la ciudad y destacó la importancia de seguir adelante a pesar de las dificultades.
Aunque la situación económica en el sector turístico ha sido desafiante, la llegada de extranjeros y el optimismo de los comerciantes locales sugieren un potencial para la recuperación y un futuro próspero para el turismo en Quito. Las actividades de Carnaval también se han propuesto como una carta de invitación para exponer la cultura y tradiciones que tiene Ecuador.