Formar parte del mercado regional es beneficioso debido a la ampliación de oportunidades para obtener financiamiento.
El Ecuador enfrenta varios desafíos para que sus Bolsas de Valores de Quito y Guayaquil puedan expandir su presencia a nivel internacional o al menos regional. A pesar de que en 2023 estas bolsas realizaron transacciones por $13.314 millones, equivalentes al 12 % del PIB, su tamaño sigue siendo bastante menor en comparación con las bolsas de valores de los países vecinos, que actualmente están en proceso de integración.
En un contexto de escasez de financiamiento tanto a nivel nacional como para las empresas, las bolsas de valores de Colombia, Perú y Chile (cuyos volúmenes de operaciones combinadas superan el 100 % de su propio PIB) están avanzando en la unificación de sus operaciones en una plataforma regional única. Esta plataforma está programada para iniciar operaciones en 2025. Sin embargo, Ecuador no ha participado en esta iniciativa y se ha mantenido al margen.
Según Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, las bolsas de valores de América Latina han estado colaborando en la iniciativa del Mercado Integrado Latinoamericano (MILA) durante varios años. Esta iniciativa tiene como objetivo proporcionar a los inversionistas acceso a un mercado más grande y líquido, con una variedad más amplia de instrumentos financieros. Sin embargo, al no formar parte de esta iniciativa, el sector productivo de Ecuador seguirá enfrentando restricciones en su acceso al financiamiento.
Para Burneo, la cualidad de un mercado como MILA es que los inversionistas pueden acceder a una mayor oferta en un mercado más grande, con más participantes, con una mayor variedad de títulos y menores costos de transacción.
Cuando se le consultado sobre los obstáculos que impiden la integración regional del mercado de valores ecuatoriano, explicó que hay varios problemas en las bolsas del país que las hacen incompatibles con el mercado más avanzado de los otros países de la región.
De acuerdo con Acosta Burneo, lamentablemente en Ecuador las bolsas no han querido participar porque no tienen las condiciones o no cumplen los estándares internacionales, y para hacerlo deben realizar varias tareas previas.
Uno de los desafíos, por ejemplo, es evitar políticas que encarecen el flujo de capitales.
Un ejemplo destacado es el impuesto a la salida de divisas (ISD). Aunque actualmente existe una exención para las inversiones en el mercado de valores, esta exención se elimina si los capitales provienen de paraísos fiscales. El dilema radica en que países como Panamá son importantes mercados de capitales, pero en Ecuador, el ISD complica la situación. En este contexto, sugiere la eliminación de este impuesto para todas las operaciones en el mercado de valores.
Asegura que este tipo de medidas han hecho que Ecuador se haya autoaislado de los centros financieros internacionales.
En Ecuador, existen dos depósitos: Decevale, que pertenece a las bolsas privadas, y DCV, que es propiedad del Banco Central. Sin embargo, señala que ninguno de ellos ha cumplido con los estándares internacionales necesarios para garantizar la calidad del servicio. Como ejemplo, menciona el caso del Instituto de Seguridad de la Policía Nacional (Isspol), donde se produjo un problema con la custodia de los documentos de inversión que resultó en una estafa al Instituto. En este sentido, afirma que es fundamental que los depósitos obtengan certificaciones internacionales para poder integrarse en el mercado y atraer clientes internacionales.
Para Fernando Simó, gerente general de Ecuabursátil Casa de Valores, sería absolutamente conveniente que el mercado ecuatoriano esté integrado por los mercados de valores regionales. Esta es la tendencia a nivel mundial. “Lamentablemente el Ecuador y el mercado de valores no han dado los pasos necesarios para ello, como reformas necesarias en la ley y la normativa vigente”, comenta.
Indica que a nivel mundial, los títulos valores ya han sido desmaterializados y existen como registros electrónicos. Por lo tanto, los custodios, que son los depósitos descentralizados, deben establecer acuerdos para permitir la transferencia sin restricciones de estos registros. Sin embargo, el Decevale ha estado intervenido durante tres años debido al caso Isspol, lo que ha resultado en la reticencia de otros actores a suscribir acuerdos con él. Por otro lado, el depósito del Banco Central no muestra interés en establecer estos acuerdos.
Coincide en que el tema tributario es vital para generar interés de inversionistas, pero al incrementar el ISD más bien se los desalienta.
Ese impuesto estaba en un proceso de reducción, pero se frenó y quedó en 3,5 % y con la nueva ley urgente -que está pendiente de publicarse en el Registro Oficial- volverá a subir al 5 %.
La situación de la inversión en el mercado de valores en Ecuador ha experimentado un deterioro. Tanto la Corporación del Seguro de Depósito, Fondo de Liquidez y Fondo de Seguros Privados (Cosede) como el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) no han realizado inversiones en el mercado ecuatoriano en los últimos meses. En este contexto, el autor considera que la llegada de inversionistas institucionales del extranjero sería beneficiosa. Sugiere que permitir la participación de un depósito extranjero en el mercado podría ser una solución interesante para abordar la falta de un depósito local.
En todo caso, las bolsas de Ecuador tienen una participación insipiente en Visión Amerca, que es la Asociación de Mercados de Capitales de las Américas, que incluye las bolsas de Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Constituye la evolución de Bolcen, producto de la integración de bolsas en países de Sudamérica.
Esta alianza de bolsas fue fundada el 8 de septiembre del 1994 con el objetivo de promover el mercado bursátil de sus miembros, fortalecer los enlaces transfronterizos e integrar un gran mercado común de acceso fácil y fluido para los emisores e inversionistas de todas las bolsas miembro.
De acuerdo con los objetivos de Visión Amerca, esta iniciativa se enfoca en gestionar un modelo de integración regional que se centra en recopilar y distribuir información relevante sobre los emisores y los mercados de sus miembros. Además, busca establecer procesos confiables y oportunos para la custodia, negociación, compensación y liquidación transfronteriza. Sin embargo, esta iniciativa ha recibido poco o ningún reconocimiento público. Según Simó, esto se debe principalmente a la falta de garantías proporcionadas por los depósitos ecuatorianos, lo que ha obstaculizado el avance de la iniciativa.