Este martes 20 de febrero, Estados Unidos bloqueó un proyecto de resolución presentado en el Consejo de Seguridad de la ONU que solicitaba un «alto el fuego inmediato» en Gaza, marcando el tercer rechazo de Washington a una iniciativa de este tipo desde el inicio del conflicto entre su aliado Israel y el grupo islamista palestino Hamás.
La resolución, redactada por Argelia, pedía «un alto el fuego humanitario inmediato que debe ser respetado por todas las partes» y se oponía al «desplazamiento forzoso de la población civil palestina». Aunque obtuvo 13 votos a favor y la abstención del Reino Unido, fue vetada por Estados Unidos.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, argumentó «No podemos apoyar una resolución que pondría en peligro unas negociaciones delicadas», proponiendo en su lugar un borrador alternativo de su país.
El representante palestino ante la ONU, Riyad Mansour, calificó el veto estadounidense como «absolutamente imprudente y peligroso», advirtiendo que «el mensaje dado hoy a Israel con este veto es que puede seguir saliéndose con la suya».
La decisión generó críticas no solo de China y Rusia, que han cuestionado el fuerte respaldo estadounidense a Israel, sino también de aliados de Estados Unidos como Francia, Malta y Eslovenia.
El embajador francés ante la ONU, Nicolas de Riviere, consideró que «El número de víctimas y la situación humanitaria son intolerables y las operaciones israelíes deben detenerse». El representante de Argelia, Amar Bendjama, lamentó que «una vez más, el Consejo de Seguridad ha fracasado».
Al igual que los proyectos anteriores rechazados por Israel y Estados Unidos, el texto vetado este martes no condenaba el ataque sin precedentes de Hamás contra Israel el 7 de octubre, que resultó en la muerte de más de 1,160 personas, en su mayoría civiles, según datos oficiales israelíes recopilados por AFP.