Daniel Noboa, ha derogado el Código de Ética que imponía las reglas de comportamiento que el Ejecutivo debía cumplir y que él mismo había hecho entrar en vigor el pasado diciembre.
Este decreto establecía las normas de comportamiento ético para quienes ingresan a la Administración Pública, entre ellas, evitar el nepotismo, es decir, la contratación de familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad de un servidor. También prohibía que los familiares del presidente y vicepresidente de la República, de los ministros de Estado, viceministros, subsecretarios, gerentes y directores de órganos gubernamentales recibieran remuneraciones, pudieran disponer de bienes públicos para fines personales o solicitar favores personales o de tipo doméstico, así como aceptar regalos, obsequios y gestionar favores.
Otra de las disposiciones de este Código, hacía referencia al control sobre el uso del avión presidencial, para que sea exclusivamente para asuntos oficiales o seguridad, según el análisis de la Casa Militar Presidencial.
En materia de transparencia, incorporaba la publicación de la agenda presidencial, que obligaba a que una vez cada tres meses hubiera declaraciones de prensa respecto a las actividades de los secretarios de Estado. Por otra parte, prohibía el uso de recursos públicos para la publicidad de la imagen personal y la exposición en las instituciones de retratos, afiches y de organizaciones políticas alusivos a las autoridades en funciones.