Cuba ha dado un paso significativo al reconocer sus dificultades económicas al enviar, por primera vez en su historia, una solicitud formal de ayuda al Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (ONU) el 28 de febrero. Simultáneamente, el régimen cubano anunció un aumento masivo en los precios de los combustibles.
Aunque el anuncio fue inesperado, ya se había pospuesto previamente un incremento del 400% en el precio de los combustibles el 1 de febrero.
Esta medida forma parte de un conjunto de acciones conocido como “paquetazo”, que incluye aumentos significativos en las tarifas de agua, electricidad y transporte interprovincial. El objetivo del gobierno es revitalizar la economía nacional, la cual ha estado sumida en una profunda crisis durante los últimos tres años, y reducir el considerable déficit público.
“Confirmamos que el PMA ha recibido una comunicación oficial del Gobierno (cubano) solicitando apoyo para continuar la entrega mensual de un kilogramo de leche destinada a niñas y niños menores de siete años en todo el país”, indicó la delegación de PMA. Aunque el gobierno no hizo pública la solicitud, se revela que fue hecha por el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera a Roma a finales del año pasado.
En cuanto al aumento de combustibles, la gasolina regular pasará de USD 0,21 a USD 1,1, según el cambio oficial, lo que significa que los cubanos tendrán que pagar más de su salario promedio para llenar un tanque.
Este incremento se presenta en un contexto de dificultades económicas crónicas agravadas por la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y decisiones en la política macroeconómica, comercial y monetaria nacional. Con una contracción del PIB en 2023 y un persistente déficit público, Cuba enfrenta desafíos económicos considerables.