Un reciente informe elaborado por investigadores de la Fundación Charles Darwin (FCD), en asociación con la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) de Ecuador, destaca la creciente amenaza que representan las especies de plantas invasoras para el bosque endémico de Scalesia en las Islas Galápagos.
El estudio resalta que en las áreas elevadas de las Islas Galápagos, el bosque de Scalesia, antes predominado por la especie nativa de margarita gigante Scalesia pedunculata, ha experimentado una notable disminución en su extensión debido a alteraciones en el uso del suelo en el pasado y, en la actualidad, a causa de una invasión creciente de especies de plantas introducidas.
En la isla Santa Cruz, se llevó a cabo un estudio sobre el efecto de las especies invasoras de plantas en el bosque de Scalesia, que actualmente ocupa solo el 3% de su distribución histórica. Se examinaron los impactos de plantas invasoras como la mora (Rubus niveus), el sauco (Cestrum auriculatum) y el churuyuyu (Tradescantia fluminensis), así como los esfuerzos de eliminación de estas especies en las comunidades de plantas locales, con especial atención en la población de Scalesia pedunculata.
A lo largo de diez años (2014-2023), se llevó a cabo un seguimiento de la vegetación en un total de 34 parcelas permanentes, cada una con dimensiones de 10 x 10 metros. Se realizaron comparaciones entre áreas donde se implementaron medidas de control de plantas invasoras y áreas donde no se aplicaron tales medidas.
Los hallazgos indicaron un aumento significativo del 37% en la cobertura de todas las especies endémicas, incluyendo Scalesia, en las parcelas donde se llevó a cabo el control de plantas invasoras. Por otro lado, se observó una disminución del 65% en la cobertura de estas especies en las parcelas invadidas durante el período de diez años de la investigación.
Además, se evidenció en el estudio que la disminución en la cobertura de especies de plantas endémicas en las parcelas invadidas se atribuyó principalmente a una reducción del 71% en la cobertura de Scalesia, así como a la ausencia total de germinación de semillas de esta especie, lo que resultó en la falta de plantas jóvenes de Scalesia.
Heinke Jäger, la investigadora principal del programa de Restauración del Bosque de Scalesia de la FCD y autora principal del estudio, destacó que los resultados subrayan la necesidad urgente de intervenir a gran escala para controlar las especies invasoras de plantas. Según sus palabras, «sin una acción inmediata, la margarita gigante está en riesgo de extinguirse en la isla de Santa Cruz en los próximos 20 años».
Las plantas de Scalesia tienen un ciclo vital relativamente breve, que oscila entre los 15 y 20 años, pero continúan generando abundantes semillas que tienen la capacidad de germinar en áreas abiertas y despejadas dentro del bosque.
La mora, que fue introducida en 1968, exhibe un alto grado de invasión y crea un denso matorral en el estrato inferior del bosque. Este matorral dificulta la penetración de la luz solar, lo que a su vez inhibe la germinación de las semillas de Scalesia y, por consiguiente, la capacidad de esta especie para regenerarse.
«Necesitamos actuar con rapidez. La esperanza de vida de un árbol de Scalesia pedunculata es de apenas veinte años», advirtió.
Sin embargo, destacó que «la buena noticia» radica en su demostración de que mediante prácticas de gestión y la priorización de estrategias para controlar las especies invasoras, es posible preservar el invaluable bosque que sirve de sustento para numerosas otras especies de flora y fauna en el archipiélago. Este bosque fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad en 1978.
Durante más de dos décadas, los guardaparques de la DPNG, en colaboración con los asistentes de campo de la FCD, han llevado a cabo labores de control manual y químico de las plantas invasoras durante más de 20 años, con el fin de proteger a la Scalesia.
Es un esfuerzo prolongado y costoso que demanda una acción constante a lo largo de un extenso período. Actualmente, estos métodos de control son los únicos disponibles, aunque se están llevando a cabo investigaciones para desarrollar alternativas viables a largo plazo, como el control biológico.
Christian Sevilla, quien participó en la investigación y ejerce como técnico en la DPNG, indicó que durante los últimos diez años se ha dedicado una cantidad significativa de esfuerzo y recursos financieros para enfrentar el problema de las especies invasoras en áreas de gran importancia ecológica. Este esfuerzo ha dado frutos positivos, demostrando la viabilidad de restaurar tanto los ecosistemas como sus complejas interacciones.
«Sin embargo, hasta ahora, estos esfuerzos no han sido completamente efectivos en la restauración total de las poblaciones de especies endémicas como Scalesia. Por lo tanto, es crucial intensificar nuestras acciones y explorar nuevas estrategias, como el control biológico, que ofrece soluciones a largo plazo y con un menor costo», señaló. (EFE)