El testimonio anticipado más reciente en el caso Metástasis fue presentado por la fiscal Lidia Sarabia el jueves 28 de marzo. En su declaración, Sarabia reveló que sus investigaciones sobre lavado de activos llevaron al narcotraficante Leandro Norero y a sus hermanos a prisión, describiendo un sistema de corrupción institucionalizado.
Sarabia explicó que en noviembre de 2021 recibió una alerta sobre una empresa que experimentaba un rápido aumento en su capital, siendo la pareja de Norero, Lina Romero, una figura destacada en ella. Al investigar las relaciones societarias, se descubrió la participación de Norero, quien estaba siendo buscado en Perú por tráfico de drogas agravado. A pesar de que se le declaró fallecido por COVID-19 en Perú, en Ecuador se le identificó como un prominente blanqueador de dinero, y Sarabia estima que lavó alrededor de USD 15 millones.
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La detención de Norero se encontró con numerosos obstáculos. En mayo de 2022, Lidia Sarabia decidió llevar a cabo el operativo de captura, pero se encontró con la primera traba: el juez Vicente Guillén autorizó los allanamientos, pero no las detenciones. A pesar de ello, se llevó a cabo un operativo en la residencia de Norero en Riberas del Batán, en Samborondón.
“Encontré 42 lingotes de oro, 74 relojes valorados en USD 2 millones y medio, USD 7 millones de dinero en efectivo y cinco pistolas”.
Detalló Sarabia.
Tras estos eventos, Norero, sus dos hermanos y su pareja fueron detenidos en flagrante delito. Sin embargo, surgieron más complicaciones. Un juez dictaminó medidas sustitutivas para la esposa de Norero sin ofrecer argumentos claros. Dos magistrados, ahora implicados en el caso Metástasis, dificultaron el proceso de apelación. Se presentaron 14 habeas corpus desde Guayas, Manabí y Santo Domingo.
Por ejemplo, el juez Ángel Lindao ordenó la devolución de los bienes de Norero; la fiscal María José Aguirre modificó el cargo de tráfico de armas a tenencia de armas, lo que implicaba una pena menor. Además, la fiscal provincial de Guayas, Yanina Villagómez, rechazó brindar apoyo de otros fiscales en el caso.
Cuando se le cuestionó a la fiscal sobre el motivo por el cual utilizaba chaleco antibalas, su voz se quebró.
“Estoy en el sistema de protección antes por las causas de connotación que llevo, pero mi vida dio un giro completo a raíz del caso Norero. Las amenazas que he tenido son fuertes, algunas en jerga criminal, otras de manera indirecta. Esto me indigna mucho. Yo no puedo salir ni a la esquina porque sé que mi vida está en riesgo”.
Sostuvo Lidia Sarabia.
La fiscal llegó a la conclusión de que el caso de lavado de activos contra Norero y su familia se vio debilitado debido a los incidentes provocados por abogados, jueces y otros individuos que ahora están siendo procesados.
Trasmisión del 19/02/2024 – Norero entregó 200 mil a Director de SNAI