El miércoles 3 de abril de 2024, a las 8:58 a.m. (hora local japonesa), un terremoto de magnitud 7,7 sacudió la región con epicentro frente a la costa de Taiwán, desencadenando alertas de tsunami en esa zona y en las islas del sur de Japón, según lo informado por las autoridades.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) lo registró como un temblor de 7,5. Un informe inicial del Comando Central de Emergencias de Taiwán (CEOC) indicó que al menos 28 edificios colapsaron en Taiwán, de los cuales 15 se encontraban en el condado de Hualien, tras el terremoto. Se reportaron al menos nueve víctimas fatales, 821 heridos y 127 personas atrapadas o varadas.
El CEOC comunicó que se suspendió parte del servicio de trenes en el este de Taiwán, pero se espera que vuelva a operar hacia el final del miércoles. Además, más de 91.000 hogares están sin electricidad, aunque alrededor del 99% ya ha recuperado el suministro eléctrico.
Inicialmente, las autoridades de Taiwán y Japón emitieron alertas de tsunami para sus regiones costeras, anticipando posibles olas de hasta tres metros. Pero fue rebajada poco después. En Japón, la alerta se emitió para sus islas remotas cercanas a Taiwán, incluida la isla Miyakojima, según la agencia meteorológica.
Wu Chien-fu, director del Centro Sismológico de Taiwán, destacó que este terremoto es el más potente registrado después del ocurrido el 21 de septiembre de 1999, de magnitud 7,6, que cobró la vida de más de 2.400 personas.
El Instituto Sismológico de Filipinas recomendó enfáticamente a los habitantes de 23 provincias costeras que se trasladaran a zonas altas del interior debido al riesgo de «grandes olas de tsunami». Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el epicentro del terremoto se situó a 18 km al sur de la ciudad taiwanesa de Hualien, con una profundidad de 34,8 km.
Hasta las 16:30, la isla había registrado 123 réplicas de diversa intensidad, incluidas nueve con una magnitud de entre 5 y 6, según la Agencia Central de Noticias de Taiwán (CNA). Ante esta situación, la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, instó a la población a mantener la calma y tomar precauciones adicionales, ya que se espera que en los próximos días se puedan producir nuevas réplicas del terremoto con magnitudes de entre 6,5 y 7 grados.