El martes 2 de abril de 2024, el Senado mexicano aprobó el ingreso de 11 agentes del Ejército de Estados Unidos, junto con armamento y municiones. La misión de estos soldados será brindar capacitación a las fuerzas armadas de México.
Con 79 votos a favor, 10 en contra y una abstención, los legisladores respaldaron el dictamen que autoriza la llegada del personal militar estadounidense, en respuesta a la solicitud realizada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Según el permiso otorgado, los soldados estadounidenses permanecerán en México durante aproximadamente dos meses, desde el 8 de abril hasta el 27 de mayo. Durante este período, llevarán a cabo la capacitación de las tropas mexicanas en las instalaciones del Centro Nacional de Adiestramiento de Santa Gertrudis, ubicado en Chihuahua.
Según informó la Cámara Alta en un comunicado, la actividad de adiestramiento conocida como «Entrenamiento de Ejercicios Combinados Conjunto» tiene como objetivo «mejorar la capacidad de planificación y ejecución de operaciones especiales, habilidades necesarias para el adecuado desempeño del Ejército mexicano en sus labores».
Además, se señaló que «la delegación del Ejército de Estados Unidos ingresará con armamento, municiones, material y equipo especializado propio para el desarrollo de la actividad».
En respuesta, el senador Emilio Álvarez Icaza Longoria, quien votó en contra, criticó la entrada de los elementos al país portando armamento, lo cual está prohibido por la Constitución. «¿No les parece esto una cesión de soberanía?», cuestionó el legislador del Grupo Plural del Senado.
Por otro lado, el senador Damián Zepeda, del Partido Acción Nacional (PAN), quien se posicionó a favor, consideró «un exceso» no permitir la cooperación internacional, ya que esto permitiría que los elementos compartan mejores prácticas.
«No veo cómo se pueda poner en riesgo la soberanía nacional porque 11 elementos especializados de un Ejército extranjero vengan a dar cursos de capacitación al Ejército mexicano», declaró.
Según lo expresado por la Cámara Alta en un comunicado, la actividad de adiestramiento, denominada «Entrenamiento de Ejercicios Combinados Conjunto», recibió el visto bueno para llevarse a cabo. Mientras tanto, la senadora Laura Iraís Ballesteros Mancilla, de Movimiento Ciudadano (MC), expresó su oposición a la autorización. Ella señaló que la participación de militares en la administración pública en México ha ido en aumento desde 2007, y sugirió que la capacitación debería centrarse en la formación de policías en temas de seguridad pública.
El dictamen fue aprobado un día antes en la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara Alta, presidida por el senador Félix Salgado Macedonio, quien resaltó que, además de formar y capacitar a las fuerzas armadas mexicanas, este ejercicio permitirá «fortalecer la relación bilateral» con Estados Unidos.
En diciembre pasado, la Cámara Alta también autorizó el arribo del mismo número de elementos estadounidenses, quienes permanecieron en el país por dos meses, de enero a marzo, para llevar a cabo actividades similares de adiestramiento militar en el Estado de México, en el centro del país. (EFE)