La producción de café en Ecuador ha experimentado un declive durante muchos años. Aunque no existen cifras precisas, la Asociación Nacional Ecuatoriana de Café (Anecafé) estima que en los últimos tres años la producción ha promediado alrededor de 200,000 quintales anuales, equivalente a 150,000 sacos de 60 kilogramos de café. Sin embargo, la demanda interna supera los 300,000 sacos de 60 kg al año, indicando que la producción nacional no logra abastecer la demanda local, el cual ha estado aumentando entre un 5% y un 10% anualmente.
Joseph Massoud, presidente de Anecafé, estima un déficit de producción de alrededor de 215,000 sacos al año, que incluye no solo la insuficiencia para cubrir la demanda nacional, sino también el excedente necesario en bodegas y puntos de venta.
La disminución en la producción, que abarca varias décadas, se atribuye a diversos factores, como la pronunciada caída de los precios del grano en la década de los 90, problemas relacionados con plagas y, especialmente, la falta de políticas públicas, según Pablo Pinargote, gerente general de Anecafé.
Pinargote señala que «El Estado no ha tenido una política aterrizada al agro», recordando que en décadas pasadas, el país llegó a producir 2.5 millones de sacos de café anualmente. Para el representante gremial, el sector requiere de líneas de crédito con un período de gracia de tres años y tasas de interés bajas para impulsar la producción y abastecer el consumo local.
PROVEEDOR DE SWEET & COFFEE
En Ecuador se cultivan dos variedades de café: arábigo o arabica, que se cultiva a una altitud superior a los 800 metros sobre el nivel del mar, y robusta, que se cultiva en áreas más bajas, entre 200 y 600 msnm. Vicente Cárdenas, un ingeniero agrónomo con más de 25 años de experiencia en la producción de café arábigo, cosecha entre 20 y 40 quintales por hectárea al año en su finca Modelo Puyango, ubicada en Loja, a una altitud de 1.300 msnm. Aunque tiene cuatro hectáreas, no todas están en producción todo el tiempo. En 2023, su cosecha osciló entre 60 y 70 quintales de café en grano. Cárdenas produce café natural, donde el café cereza se seca con cáscara, y café especial, donde el café cereza se despulpa y luego se somete a un proceso de fermentación, lavado y secado hasta alcanzar un nivel de humedad del 11,5% o 12%.
El café arábigo especial producido por Cárdenas se vende a la cadena Sweet & Coffee, como parte de un grupo de 80 productores de café del cantón Puyango, en Loja. Este grupo suministra alrededor de 800 quintales de café pergamino (grano seco cubierto por una cáscara fina) a la primera cadena de cafeterías del país. Fundada en Guayaquil por la empresa Dulcafe, que registró ventas por USD 54,3 millones en 2022. Sweet & Coffee continúa el procesamiento de este café para el consumo en sus cafeterías. Debido a su calidad como café de altura especial, los productores de Puyango venden el quintal a la cadena por un precio que oscila entre USD 250 y 300.
Cárdenas también le ha dado valor agregado a su café, produciendo café tostado molido bajo su propia marca «Exquisito Coffee», el cual vende en pequeñas cantidades a intermediarios o particulares. En 2019, fue finalista del concurso Taza Dorada de Anecafé, y su marca llegó a exportarse a Japón, junto con las de otros finalistas. Aunque ha logrado mantenerse, reconoce que el sector está en declive. En su cantón, la producción ha disminuido de 60.000 sacos a 4.000 al año en los últimos 15 años. «El sector cafetalero viene abandonado desde hace 20 años por el Estado, pero los productores hemos puesto una resistencia para que no desaparezcan los cultivos de café, como paso con el algodón. Hemos dado a conocer al mundo que tenemos el mejor café en calidad», comenta Cárdenas con orgullo.
Sin embargo, el sector privado no ha estado ausente. Cárdenas menciona que Dulcafe impulsa el programa «Sembrando un Compromiso», mediante el cual se renuevan 200.000 plantas de café por año en el cantón de Puyango, desde hace tres años.
IMPORTACIÓN CON DOS FINES
En respuesta al déficit de producción, el país importa café soluble de otros mercados para satisfacer la demanda local. En 2023, Ecuador importó 140.390 sacos de café soluble, equivalente a 3.233 toneladas, lo que representa un aumento del 63% frente a 2022.

Sin embargo, la mayor parte del café se importa en grano por parte del sector industrial, que da valor agregado a esta materia prima para reexportarla a otros mercados como café soluble o instantáneo. Solo un pequeño porcentaje, aproximadamente el 5%, se queda en Ecuador para su consumo local.
El café importado proviene de países como Brasil, Vietnam, Colombia, Centroamérica, Estados Unidos y otros mercados. «Necesitamos volver a producir alrededor de 3 millones de quintales para abastecer la capacidad instalada de la industria nacional. Esto es una mina de oro», afirma Pinargote.
PRECIOS AL ALZA
En cuanto a los precios, en 2023, Ecuador exportó 608.374 sacos de café, generando ingresos por USD 122 millones. Esto representó un aumento del 13% en volumen y del 8% en valor, según los informes de Anecafé. Sin embargo, hace 10 años, el sector duplicaba los niveles de exportaciones de la actualidad. En 2013, el país exportó 1,3 millones de sacos, equivalentes a USD 218 millones. Esta disminución se debe, en parte, a la competencia intensa en el mercado de café soluble por parte de grandes productores como Vietnam.

Del total exportado en 2023, el 95% corresponde a café industrializado o soluble. Alemania destaca como el principal país de exportación de café soluble de Ecuador. Además, este café se exporta a otros destinos como Estados Unidos, Rusia, Polonia, Colombia y Perú.

En los últimos seis meses, la industria de café soluble ha enfrentado un alza de precio del café robusta, en grano verde, su materia prima. Según detalla Joseph Massoud, presidente de Anecafé, el precio de la libra de esta variedad, que es más barata que el arábigo, ha pasado de USD 1,10 a 1,70. Este incremento se debe a una reducción en la oferta por parte de Vietnam, el principal productor y exportador mundial de café robusta. Mientras tanto, el precio del café arábigo ha mantenido una tendencia al alza en los últimos dos años, rondando los USD 2 por libra.
A pesar de un aumento en las exportaciones, impulsado por el café industrializado, las exportaciones en grano (arábigo o robusta) disminuyeron en un 60% en 2023 debido a una mayor demanda interna en un mercado con déficit de producción, explica Pinargote.
Del volumen total exportado en 2023, el 95% corresponde a café industrializado o soluble. Alemania sobresale como el principal destino de exportación de café soluble de Ecuador. Además, este café se exporta a otros países como Estados Unidos, Rusia, Polonia, Colombia y Perú.