Los apagones o desconexiones temporales, como las llaman las autoridades, podrían reaparecer debido a la extrema fragilidad del Sistema Eléctrico Nacional. La situación se agrava porque la sequía volvió al Austro y caen los niveles de los embalses de las hidroeléctricas.
El embalse de Mazar, ha alcanzado su cota mínima de 1,115 metros sobre el nivel del mar. Si el nivel del agua continúa descendiendo, al menos uno de sus generadores de 85 megavatios dejará de funcionar.
Más arriba del Río Paute, se encuentra el embalse de Amaluza, que alimenta a la Hidroeléctrica Paute Molino, la segunda más grande del país, ubicada a 1,981 metros de altura, tres metros por encima del mínimo de operación.
Aunque las hidroeléctricas en este río tienen la capacidad de generar 1,700 megavatios, la producción está disminuyendo debido a los bajos caudales.
En enero, se generaron 1,121 megavatios por hora, mientras que en febrero, disminuyó a 1,057.
En marzo, el promedio cayó a 808 megavatios, y en los primeros 10 días de abril, la cifra se redujo aún más a 796.
La ministra Andrea Arrobo expresó la confianza del Gobierno en que las lluvias regresen al Austro y los niveles de los embalses se recuperen. Añadió que, aunque la situación actual del sistema eléctrico es extremadamente frágil, se han comprometido a evitar apagones, ya que cualquier fallo mínimo podría resultar en una desconexión de emergencia.
A pesar de los problemas de generación eléctrica debido a la sequía en Colombia, el país continúa compensando la demanda eléctrica con importaciones.
La ministra de energía, Andrea Arrobo, informó que se evalúa diariamente cuánta energía puede vender Colombia, lo cual representa entre el 1 al 2% del consumo eléctrico de Ecuador, comparado con más del 4% hace dos semanas.
Arrobo confirmó que en ciertas horas se ha adquirido electricidad a 64 centavos por megavatio, siete veces más que el costo en Ecuador, marcando el precio más alto de las importaciones. Explicó que este valor se aplicó durante una hora del día, y que el promedio diario de la importación de Colombia oscila entre los 28 y 34 centavos por día.
La electricidad generada localmente y la importada de Colombia apenas cubren la demanda diaria, lo que significa que cualquier desequilibrio continuará resultando en apagones.