En Miami, Stefan Andrés Correa, un boticario de 42 años con doble nacionalidad ecuatoriano-estadounidense, fue arrestado el pasado viernes mientras intentaba abordar un vuelo que frecuentaba cada dos semanas. Según la Fiscalía del Distrito Sur de Florida, Correa presuntamente viajaba a Medellín, Colombia, para abusar sexualmente de menores de edad.
La detención ocurrió en un aeropuerto de Miami después de que los agentes encontraran nueve celulares en sus pertenencias, los cuales contenían videos de actos sexuales con niñas y conversaciones incriminatorias relacionadas con la explotación de menores. «Correa supuestamente pagaba por sexo con niñas de entre 10 y 12 años en Colombia. Durante intercambios de mensajes, acordó reunirse con víctimas a su llegada, inicialmente en Bogotá», señaló la Fiscalía.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, indicó que actualmente se está realizando una audiencia contra Correa, donde enfrenta cargos por intento de tráfico sexual de menores e intento de viajar para cometer actos sexuales ilícitos.
Durante la audiencia, Correa admitió que planeaba viajar para cometer los abusos sexuales mencionados. Si es declarado culpable, podría enfrentarse a una pena mínima de 15 años y una máxima de cadena perpetua, además de supervisión de por vida. Esta detención forma parte de una investigación más amplia llevada a cabo por la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, con colaboración de oficinas en Cleveland, Ohio, y Bogotá, Colombia, y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
Este caso ocurre en un contexto donde Medellín ha visto varios incidentes de abuso sexual contra menores por parte de extranjeros, lo que ha llevado a la Comisión Primera del Senado de Colombia a aprobar un proyecto de ley para aumentar la pena por proxenetismo con menores de 14 a 25 años a 26 a 45 años.