Informes de la Policía señalan que organizaciones criminales reclutan a pescadores y trabajadores de camaroneras para delinquir en el agua.
Si Guayaquil es tierra caliente, el golfo que conecta a la ciudad con el Océano Pacífico hierve. Al menos cinco Grupos de Delincuencia Organizada (GDO) usan sus ramales para contaminar contenedores con drogas, asaltar a pescadores o robar en camaroneras.
El Golfo de Guayaquil, que tiene una extensión de más de 13.701 kilómetros cuadrados, ha sido invadido por Los Choneros, Los Lagartos, Los Tiguerones, Los Lobos y los Peaky Blinders. Esta última organización se desprende de la Mafia-18, encabezada por George Samir Maestre Mena, alias ‘Samir’, asesinado el 12 de octubre de 2023 en una de las urbanizaciones más exclusivas de la vía a la Costa, en el norte de Guayaquil. Según informes de la Policía, los piratas del golfo tienen cierta autonomía para actuar en el agua, porque conocen el territorio y manejan equipos de comunicación troncalizada en zonas donde no existe señal para celulares. Por ejemplo, los delincuentes usan teléfonos con tecnología 2G, que garantiza una mejor señal en el área.
Las bandas reclutan a trabajadores de bajo nivel de las camaroneras. Entre ellos están los ‘pateros’, que se encargan de espantar a las aves de los cultivos, y los ‘parametristas’, quienes miden los niveles de salinidad y alcalinidad del agua. Son ellos quienes, según la Policía, proporcionan información a los piratas sobre las piscinas que están listas para pescar e ingresan por las noches para llevarse el producto en sacos, que luego es vendido en los mercados informales.
La particularidad de estos informantes es que viven en el sector y conocen perfectamente las superficies irregulares o los bancos de arena que existen en el golfo, lo que facilita la navegación de estos grupos criminales. Además pueden navegar sin GPS y dominan todos los esteros y manglares donde logran camuflarse y ‘fondear’ las armas, es decir que las esconden en sacos en el agua para luego recuperarlas cuando baja la marea.
El Golfo de Guayaquil está compuesto por islas como Puná, Santay, Escalante, Chupadores Grande, Chupadores Chico, Mondragón, Verde y Esperanza. Cerca de 17 familias del poblado (unos 60 habitantes) se vieron obligados a abandonar sus hogares el 31 de marzo y se convirtieron en víctimas de desplazamiento forzado interno, tras amenazas y ataques de bandas criminales.