La historia de Joca, un golden retriever de cinco años, inició con un viaje planeado de Sao Paulo a Mato Grosso, Brasil. Desafortunadamente, lo que debía ser un vuelo breve se transformó en una pesadilla cuando la aerolínea Gol lo envió erróneamente a Fortaleza, alterando su ruta y extendiendo su viaje de dos horas y media a ocho.
La muerte de Joca a causa de este error desató indignación nacional. Muchas personas en todo Brasil expresaron su furia y tristeza por la pérdida de este amado animal, considerado un miembro de la familia por su dueño, Joao Fantazzini, quien acusó a la aerolínea de “asesinato”. La equivocación no solo cambió el destino de Joca, sino que también lo sometió a condiciones extremas, permaneciendo 90 minutos en su jaula sin comida y expuesto a altas temperaturas.
El impacto del incidente alcanzó esferas políticas, con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, manifestando su consternación y exigiendo responsabilidades a Gol por la muerte del perro. A través de redes sociales, el presidente lamentó profundamente la pérdida y subrayó la importancia de la justicia en este asunto.
Para Fantazzini, la muerte de Joca representó no solo la pérdida de una mascota, sino de un amigo leal y un compañero de vida por cinco años. En una conmovedora publicación en redes sociales, compartió su dolor y amor hacia su amigo canino. Este incidente ha provocado no solo tristeza y dolor, sino también un llamado urgente a revisar y mejorar las regulaciones sobre el transporte de mascotas en aviones de carga, con amigos de Fantazzini y otros abogando por un cambio en los protocolos de seguridad y una mayor rendición de cuentas por parte de las aerolíneas para prevenir futuras tragedias.