Una mochila y una carpeta. Eso es todo lo que llevan los ecuatorianos que quieren llegar a Estados Unidos, a través de El Salvador. Esa ruta de migración irregular ha ganado relevancia en los últimos meses, porque evita la temida selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá.
Así llegó Jorge (nombre protegido) al Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, la noche del 21 de mayo de 2024. Además de su mochila negra y una carpeta roja, donde tenía los documentos de viaje, lo acompañaron su hermana y su cuñado. Su vuelo hacia San Salvador partió a las 03:10 del miércoles 22 de mayo de 2024.
Desde 2010, Avianca ofrece vuelos directos entre Quito y San Salvador, la capital de El Salvador, donde se encuentra uno de sus hubs, puntos de conexión estratégica en la aviación comercial. Hay siete vuelos de este tipo cada semana. En una esquina de la terminal aérea, Avianca cuenta con su propia zona de check-in. A esa área llegaron decenas de ecuatorianos entre la noche del 21 y la madrugada del 22 de mayo de 2024.
Los viajeros hacen fila, primero realizando el check-in en las computadoras dispuestas por el avión y luego completando un formulario en el que declaran el motivo de su viaje y certifican la veracidad de la información.
En la fila se mezclan turistas y migrantes, pero es fácil distinguirlos a simple vista. Los turistas llevan mochilas y maletas de entre 10 y 25 kilos. Sus familiares los despiden con alegría, se toman fotos y les desean buena suerte.
En cambio, los migrantes, que son mayoría, se ven nerviosos, generalmente van acompañados de más familiares y viajan con poco equipaje. Luis (nombre protegido), uno de los migrantes, llevaba una mochila con dos mudas de ropa, un termo de agua y una chaqueta. «Nos dijeron que hay que caminar mucho», comentó. Sin embargo, la despedida es lo que más los diferencia: los migrantes y sus familiares lloran, se abrazan largamente y se dan recomendaciones de última hora. Una mujer se despidió de sus dos hijas, pidiéndole a su madre que las cuide.
Aunque tienen signos evidentes de ser emigrantes, la mayoría de las personas consultadas afirma que van de turismo y que volverán en cuatro o cinco días. Sin embargo, esto no es cierto. Los datos migratorios del Ministerio del Interior muestran que solo el 9% de los ecuatorianos que viajan a El Salvador regresa. Entre enero y abril de 2024, 43.408 ecuatorianos salieron del país y solo 4.112 regresaron. El saldo migratorio es de 39.296 personas.