Ecuador ha entrado en la segunda fase de la lucha contra los grupos delictivos organizados por el gobierno. Así lo indicó el presidente Daniel Noboa el jueves pasado, al anunciar el tercer estado de excepción debido a la inseguridad y violencia criminal, esta vez concentrando las medidas en siete provincias y un cantón.
El presidente afirmó que es el momento de actuar con mayor firmeza y proporcionar a las Fuerzas Armadas las herramientas necesarias para triunfar en esta batalla.
Por su parte, el excomandante del Ejército, Luis Altamirano, comentó que en los cuatro meses de conflicto armado, la situación en el país ha cambiado de manera drástica: «Las fases están ligadas a objetivos y estos objetivos para su cumplimiento se desglozan en acciones, pudiendo ser acciones estratégicas o acciones operacionales dependiendo del nivel de la planificación».
La clasificación de los 22 grupos delictivos como organizaciones terroristas, la divulgación de los nombres y fotos de los objetivos militares, la intervención en las cárceles y la formación de las Fuerzas de Tarea Conjunta han restringido las actividades de estas bandas.
Ahora, en la segunda fase, las operaciones son más estratégicas y tácticas, dirigidas específicamente con información de inteligencia, según el excomandante de Infantería, Fernando Recalde: «Ahora si van a ejecutar operaciones puntuales para neutralizar o eliminar a la amenaza».
Desde el jueves, las Fuerzas Armadas han desplegado tropas en las siete provincias afectadas por el conflicto. Más de ocho mil soldados participarán en las operaciones contra el terrorismo.
Las Fuerzas Armadas activaron el comando de ciberdefensa para identificar a los blancos militares que operan en las jurisdicciones declaradas en estado de excepción.