La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica cada vez más prevalente, asociada comúnmente con la dieta alta en azúcares y carbohidratos. Sin embargo, otro factor de riesgo importante, aunque a menudo subestimado, es el tabaquismo.
El tabaquismo no solo afecta los pulmones y el sistema cardiovascular, sino que también desencadena la diabetes tipo 2. Fumar incrementa notablemente las probabilidades de desarrollar esta condición hasta en un 30-40%, según los Centros Para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la nicotina y las más de 7 mil sustancias químicas presentes en el humo del tabaco interfieren con la forma en que las células responden a la insulina, lo cual eleva los niveles de azúcar en sangre y conduce a una resistencia a la insulina.
El páncreas, vital para la producción de insulina, sufre daños por las toxinas del tabaco, lo que puede desequilibrar la producción de esta hormona esencial, esto se traduce en mayores dificultades para regular los niveles de azúcar en sangre, exacerbando así el riesgo de diabetes tipo 2.

Por lo tanto, el tabaquismo se posiciona como un factor de riesgo significativo para la diabetes tipo 2, junto con otros factores como la genética, antecedentes médicos y estilo de vida, el hábito de fumar no solo aumenta las probabilidades de desarrollar esta enfermedad, sino que también complica su manejo una vez diagnosticada, es esencial educar y concienciar sobre estos riesgos, promoviendo estrategias efectivas de prevención y abandono del tabaco para mitigar su impacto en la salud pública.