Una mujer recluida en una cárcel de Florida, acusada de asesinato, afirmó haber quedado embarazada de forma inusual y «milagrosa», sin contacto físico. Daisy Link, quien se encuentra detenida en el Centro Correccional Turner Guilford Knight, aseguró que el embarazo ocurrió a través de un proceso que involucró los conductos de aire acondicionado. Según Link, ella y Joan Depaz, un recluso en otro centro penitenciario, desarrollaron una relación mediante conversaciones a través de los respiraderos conectados entre sus celdas.
El proceso para la concepción fue descrito como extremadamente inusual: Depaz supuestamente enviaba su semen a Link en paquetes enrollados con film transparente, los cuales ella recibía a través del sistema de ventilación. Link, quien dio a luz a una niña en junio, expresó que no hubo contacto físico directo entre ambos y calificó al bebé como una «bendición» y un «milagro». A pesar de la separación física, la pareja continuó manteniendo una comunicación constante durante el proceso.
La historia ha generado mucha atención debido a las circunstancias extraordinarias del embarazo, lo que llevó a algunos a compararlo con historias religiosas, como la de la Virgen María. Link y Depaz, a pesar de la separación, siguen detenidos y a la espera de sus respectivos juicios por los crímenes por los cuales fueron acusados. La familia de Link ahora cuida al bebé, quien es descrito como un niño milagroso.
Este caso ha sido objeto de investigaciones y controversias, especialmente en lo que respecta a las prácticas dentro del sistema penitenciario de Estados Unidos, donde la comunicación entre reclusos y la supervisión del personal pueden haber sido vulneradas.
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