La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elevado el riesgo sanitario por el virus del oropouche en América a un nivel «alto», debido a la creciente propagación de la enfermedad, que ha afectado a más de 11.000 personas en la región en lo que va del 2024. Esta infección, que se manifiesta con síntomas similares a los del dengue y la chikungunya, ha sido reportada en varios países, incluyendo Ecuador, Panamá y Guyana, que han registrado sus primeros casos, además de Estados Unidos, Canadá y naciones europeas.
En cuanto a los casos confirmados, Brasil lidera con más de 9.500 infecciones, seguido por Perú, Cuba, Bolivia, Colombia y las Islas Caimán, con cifras notables también en estos países. La OMS hizo un llamado urgente a los gobiernos de las naciones afectadas para que refuercen la vigilancia epidemiológica y las medidas preventivas, con el fin de limitar la expansión del virus y evitar su propagación a nuevas áreas.
El virus del oropouche es transmitido principalmente por el mosquito Culicoides paraensis y especies similares, que habitan en zonas boscosas y acuáticas. Los síntomas de la enfermedad son similares a los del dengue, y pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, rigidez en las articulaciones, náuseas y vómitos. Aunque muchos pacientes se recuperan en una semana, en algunos casos la enfermedad puede durar más tiempo y, en situaciones raras, llevar a complicaciones graves como meningitis.
Un grupo especialmente vulnerable a esta infección son las mujeres embarazadas y sus recién nacidos, ya que el virus podría afectar a los fetos durante la gestación, lo que aumenta el riesgo de complicaciones. Por ello, la OMS ha instado a tomar precauciones adicionales para proteger a este grupo de personas.
A pesar de la propagación del virus, la OMS ha aclarado que, hasta el momento, no existen tratamientos antivirales ni vacunas específicas para el oropouche. La organización también desaconseja la implementación de restricciones de viajes entre los países afectados, ya que no se considera necesario en este momento para controlar la propagación del virus. Sin embargo, se mantiene el enfoque en la vigilancia y prevención para frenar su expansión.
Foto cortesía.