El gobierno del presidente Donald Trump suspendió, hasta nuevo aviso, todas las llegadas a Estados Unidos de refugiados que solicitaron asilo, incluidos aquellos cuya solicitud ya había sido aprobada. Esta medida forma parte de las decisiones drásticas contra la migración ilegal implementadas por Trump.
El lunes, Trump firmó un decreto presidencial que ordena la suspensión del ingreso de refugiados a partir del 27 de enero y por un período de al menos 90 días, «todos los viajes de refugiados a Estados Unidos planeados previamente fueron cancelados», afirma un correo electrónico del Departamento de Estado.
El documento también pide a la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU que no traslade a los refugiados a centros de tránsito.
Los refugiados ya establecidos en territorio estadounidense seguirán beneficiándose de los servicios previstos. La medida no afecta a un programa de visados especial, principalmente para los afganos que trabajaron para Estados Unidos antes de la caída del gobierno afgano en manos de los talibanes en 2021.
Asimismo, Trump firmó este miércoles una orden ejecutiva para desplegar 1.500 militares en la frontera con México, dando así el primer paso para cumplir su promesa de «cerrar» el tránsito de migrantes y reforzar la seguridad fronteriza.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, explicó en declaraciones a los periodistas que Trump había firmado una orden ejecutiva para el despliegue de 1.500 militares.
«Esto es algo por lo que Trump hizo campaña. El pueblo estadounidense estaba esperando un momento como este, en el que el Departamento de Defensa tome en serio la seguridad nacional. Es una prioridad número uno para el pueblo estadounidense, y el presidente ya ha cumplido», afirmó Leavitt.
Esos 1.500 efectivos se sumarán a los 2.200 militares en activo y los 4.500 reservistas de la Guardia Nacional de Texas que ya están desplegados en la frontera.
Según explicó CNN, las nuevas tropas desempeñarán funciones similares a las de los efectivos ya presentes, enfocadas en apoyar a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) con labores logísticas y administrativas, como el mantenimiento de vehículos y la entrada de datos.
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