Un aguacero torrencial azotó Quito esta tarde, provocando graves inundaciones en el sector de La Recoleta e interrumpiendo el tránsito en varias zonas importantes. Los residentes y los automovilistas lucharon mientras el aumento del nivel del agua sumerge las calles, lo que hizo casi imposible el movimiento. Los servicios de emergencia acudieron al lugar, trabajando para limpiar los desagües y ayudar a los conductores varados atrapados en el diluvio repentino.
Videos y fotos que circulan en las redes sociales muestran vehículos parcialmente sumergidos y peatones vadeando el agua hasta las rodillas. Los comercios locales de la zona reportan daños menores debido a que el agua de lluvia se filtra en las fachadas de las tiendas. Las autoridades emiten advertencias instando a los ciudadanos a evitar las carreteras afectadas y tomar las precauciones necesarias ante posibles deslizamientos de tierra en zonas de mayor riesgo.
Las intensas lluvias abruman el sistema de drenaje de Quito, un problema recurrente durante la temporada de lluvias. Los residentes expresan su frustración por lo que consideran un mantenimiento inadecuado de la infraestructura, y piden una acción inmediata de las autoridades locales. La Secretaría de Gestión de Riesgos confirma que los equipos están monitoreando la situación y evaluando posibles soluciones a largo plazo.
A medida que la tormenta comienza a amainar, los equipos de emergencia continúan trabajando para limpiar los escombros y restablecer el flujo normal del tráfico. Los meteorólogos advierten que se esperan más lluvias en los próximos días y recomiendan al público que se mantenga informado y preparado. Mientras tanto, los funcionarios de la ciudad prometen una evaluación exhaustiva de los daños y una revisión de las medidas de prevención de inundaciones para mitigar futuros incidentes.