Un centro médico no autorizado fue cerrado en el barrio San Isidro del Inca, al norte de Quito, tras una verificación realizada por la Agencia Metropolitana de Control (AMC).
Durante la intervención, las autoridades descubrieron que el establecimiento ofrecía servicios ginecológicos sin permisos legales y almacenaba medicamentos vencidos, incluyendo sustancias destinadas a inducir el trabajo de parto.
El sitio operaba sin la Licencia Única de Actividades Económicas (LUAE) y carecía de condiciones adecuadas para procedimientos médicos. En el lugar se incautaron productos farmacéuticos como analgésicos, anestésicos y antibióticos caducados, además de insumos como jeringas y gasas que no cumplían con los estándares sanitarios.
Entre los hallazgos, se identificó un medicamento inyectable utilizado para provocar contracciones uterinas, a pesar de que el consultorio no contaba con el equipamiento ni la certificación necesaria para prácticas obstétricas.
Funcionarios de la AMC y de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada advirtieron sobre los peligros del uso de fármacos expirados, ya que pueden generar efectos adversos en las pacientes.
«El uso incorrecto de antibióticos puede causar resistencia a los tratamientos. Además, realizar partos en lugares no habilitados pone en riesgo alto», indicaron.
El establecimiento enfrentará sanciones contempladas en el Código Municipal, las cuales podrían alcanzar hasta USD 4.230 para quienes ofrezcan servicios médicos sin la Licencia Única de Actividades Económicas (LUAE).
