Las innovaciones tecnológicas abordan cada día más áreas y la cocina tradicional no ha sido la excepción, como lo demuestra la reciente presentación de un novedoso robot paellero que ha causado revuelo en la industria de la hotelería y el turismo de España, informan medios locales.
La colaboración entre las compañías Br5 y Mimcook ha hecho posible que una deliciosa paella pueda ser preparada de forma completamente autónoma por un brazo robótico hecho en metal. Sus creadores aseguran que cocinar este plato es ahora tan sencillo como seleccionar el programa respectivo, colocar en su lugar los ingredientes y dejar que la máquina haga todo el trabajo.
“El robot se asegurará de que el arroz no se queme, que se utilice la cantidad correcta de caldo, y estará allí si alguien tiene un día libre o si el cocinero se va a trabajar a otro restaurante”, comentó a The Guardian el ingeniero artífice de este proyecto, Enrique Lillo, tras presentarlo en el Salón de Innovación en Hostelería H&T, celebrado en Málaga.
Lillo también explicó que en realidad se trata de un “robot multifunción”, concebido para ayudar a automatizar procesos, y que puede ser adaptado para cocinar toda una variedad de platos, como hamburguesas, pizzas o croissants.
“Al final del día, es un asistente. Me gusta decir que es un poco como las máquinas exprimidoras de naranja
Las innovaciones tecnológicas abordan cada día más áreas y la cocina tradicional no ha sido la excepción, como lo demuestra la reciente presentación de un novedoso robot paellero que ha causado revuelo en la industria de la hotelería y el turismo de España, informan medios locales.
La colaboración entre las compañías Br5 y Mimcook ha hecho posible que una deliciosa paella pueda ser preparada de forma completamente autónoma por un brazo robótico hecho en metal. Sus creadores aseguran que cocinar este plato es ahora tan sencillo como seleccionar el programa respectivo, colocar en su lugar los ingredientes y dejar que la máquina haga todo el trabajo.
“El robot se asegurará de que el arroz no se queme, que se utilice la cantidad correcta de caldo, y estará allí si alguien tiene un día libre o si el cocinero se va a trabajar a otro restaurante”, comentó a The Guardian el ingeniero artífice de este proyecto, Enrique Lillo, tras presentarlo en el Salón de Innovación en Hostelería H&T, celebrado en Málaga.