El miércoles 30 de octubre el sacerdote Enrique Arcos Sevilla fue visto por última vez en la ciudadela Cristóbal Colón en Ambato. Quienes lo vieron afirman que el sacerdote se movilizaba en su vehículo KIA color rojo de placas TBK-4069 por la avenida Los Shirys. Horas más tarde la preocupación inundó a sus familiares, feligreses y ciudadanos de la comunidad, ya que no recibieron noticias sobre su paradero ni el de su vehículo.
Al siguiente día, la noticia trascendió en la comunidad. La Policía desplegó una búsqueda intensiva por los alrededores de la ciudadela y emitió un anuncio en redes reportando su desaparición con la esperanza de recibir novedades que ayudaran en su localización. Por su parte, el monseñor Giovanny Pazmiño, obispo de la Diócesis hizo un llamado a unirse en oración junto a familiares y feligreses para pedir a Dios por el bienestar y el pronto regreso del sacerdote Arcos.
Lamentablemente, en horas de la mañana del 4 de noviembre la Policía Nacional dio a conocer la terrible noticia de que el cuerpo del sacerdote Arcos había sido encontrado sin vida, con signos de agresión y las manos atadas. El hallazgo se produjo en el sector de Panzaleo, luego de 4 días de búsqueda. Sus familiares y conocidos que recibieron la noticia con mucha indignación y tristeza esperan que se investigue a profundidad este hecho y poder conocer la verdad en torno a su repentina desaparición y fallecimiento.