Analistas advierten que la crisis está lejos de una solución definitiva e incluso el mayor problema podría darse entre enero y febrero del 2025 por la sequía. Se inicia diciembre y los apagones se mantienen, pero con anuncios de suspensión de racionamientos. Todavía no hay las condiciones para que se terminen los cortes de luz en Ecuador, indican los expertos en materia energética, sin embargo, lo que podría ocurrir es que se suspendan para las fiestas de Navidad y de fin de año si hay una buena planificación en los cortes en las próximas semanas, pero el mayor problema se daría entre enero y febrero.
En la segunda quincena de noviembre el presidente Daniel Noboa anunció: “En diciembre ya se acabarán los apagones y volveremos a tener una vida normal”. Incluso la ministra de Energía y Minas, Inés Manzano, había sido más específica, cuando asumió el cargo en octubre, indicó que “hasta fines de noviembre” se esperaba que disminuyan los racionamientos y que hasta fines de diciembre los apagones sean “mínimos”.
Semanas después, el 25 de octubre la ministra Manzano reiteró que iba a “cumplir la promesa de que a inicios de diciembre vamos a tener menos apagones o cero apagones”. El 28 de noviembre, a través de un comunicado, el Ministerio de Energía y Minas anunció que trabaja en acciones para mejorar “las condiciones técnicas de la infraestructura eléctrica con el fin de suspender los racionamientos de energía para finales de 2024″.
Para el consultor energético Jorge Luis Hidalgo, era bastante difícil que todo diciembre no se tengan apagones, sin embargo, considera que con una “buena planificación de estas tres semanas de racionamientos” se tenga el 24 y 25 de diciembre y del 30 de diciembre al 1 de enero del 2025 probablemente un alivio total o parcial, es decir, “podamos pasar las fiestas sin cortes”.
Un criterio similar expone el expresidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos del Ecuador Andrés Oquendo, quien señala que actualmente “no hay las condiciones” para que se acaben los apagones, sin embargo, lo que podría pasar es que en diciembre se suspendan estos cortes programados.
El experto energético Marcelo Neira indica que “todos esperaríamos que así sea”, que se terminen los apagones, “mientras más pronto mejor”, sin embargo, dice que “también hay que ser realistas”, esto porque “lamentablemente no se ha impulsado en el país un plan de eficiencia energética y de ahorro de la electricidad, complementario a todas las otras acciones que están realizándose”.
El presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Azuay, Diego Morales, dice que en el mejor de los casos, considerando que va a llover durante todo diciembre, en la última semana posiblemente no se podrían tener apagones y para ello expone cinco escenarios:
- Que existan las lluvias necesarias, porque con esto se reduce la posibilidad de que el embalse Mazar esté fuera y así se podría contar con 1.757 megavatios (MW) del Complejo Hidroeléctrico Paute Integral, conformado por las centrales Mazar, Molino y Sopladora. Además, que llueva en la Amazonía y así se contaría con la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que tiene una potencia de 1.500 MW.
- La incorporación de la energía de térmicas.
- Que se mantenga la compra de energía de Colombia.
- Que entre en funcionamiento la central Alluriquín del complejo Toachi Pilatón.
- Que se implemente un plan de eficiencia energética a nivel nacional.
En la situación en la que se encuentra el país por los apagones, para los expertos es fundamental que se registren lluvias en este mes y de esta forma se puedan cumplir las aspiraciones del Gobierno en cuanto a los cortes, sin embargo, las condiciones se podrían agravar más adelante, de acuerdo con los expertos.
Hidalgo dice que todo depende, sin embargo, la posibilidad de que en los días de la fiestas no se registren apagones se da porque se han reportado lluvias; en vísperas de las festividades no hay trabajo industrial y eso también hace que se reduzca el consumo; la actividad comercial, que si bien se mantiene, pero baja para los días de fiesta; Colombia mantiene la venta de energía, que se sostengan los racionamientos de siete horas y tratar de evitar de consumir el embalse de Mazar.
Oquendo indica que se alinea a lo que el Gobierno espera que llueva durante este mes, pero no implica en lo absoluto que se solucione el problema. Dice que en Colombia y Perú llueve “por montones” y es posible que esas precipitaciones estén un poco “atrasadas” y ya debería empezar a llover temporalmente, sin embargo, dice que se debe considerar que la sequía más grave es entre enero y febrero.
Neira tampoco es optimista de que los apagones se vayan a suspender o que se acaben a finales de este mes. “Lamento decir, ojalá yo me equivoque, pero dudo que sea eso factible, normalmente los estiajes son de octubre a marzo y los meses más críticos suelen ser diciembre y enero”, señala.
Incluso, advierte que mejor hay que prepararse para escenarios más difíciles. Espera que los equipos de genración termoeléctrica recientemente adquiridos puedan ser instalados con la “celeridad del caso” y estén disponibles para que se suspendan por unos días los racionamientos, “ojalá” para las fiestas de Navidad y de fin de año. Las lluvias de los últimos días en la zona de la cuenca del río Paute, según Neira, han sido relativamente buenas, pero esos caudales “no duran mucho, lamentablemente la cuenca es muy deforestada, muy erosionada”.
Neira indica que habría que esperar varias semanas de lluvias para que Mazar, que se encuentra en sus niveles mínimos, vuelva a llenarse y eso en estos meses es complicado, por lo cual considera que debe haber una actitud responsable y comprensión de parte de la ciudadanía, puesto que la única forma de preservar un servicio razonable es que permanezcan sin funcionar las centrales del Complejo Paute y eso implica más horas de apagones, “lo cual es gravísimo”.
Oquendo indica que posiblemente para enero del próximo año se cuente con Toachi Pilatón y estén instalados los generadores, pero sigue siendo “insuficiente” y además de ello se debe esperar que Colombia no suspenda la venta de energía. De acuerdo con Oquendo, “estamos lejos de terminar” la crisis en el sector energético, porque lo que se hace ahora es dar soluciones “parche” para que ayuden, para que la crisis no sea tan dura actualmente.
Con Oquendo coincide Morales, quien agrega que las acciones realizadas son para los problemas de este año, pero para el 2025 tiene que ingresar más energía térmica, además que deben implementarse más proyectos eólicos y fotovoltaicos, y apostar a la geotermia. “Esto solo es el inicio, se tiene que definir una visión y una política pública de Estado que visualice al Ecuador en los siguientes años, en las siguientes décadas como un país sostenible energéticamente, falta mucho por hacer”, dice.
Fuente: El Universo