Este miércoles 1 de enero del 2025, cientos de personas asistieron al sepelio de los 4 niños asesinados tras un operativo militar en Guayaquil. «Justicia, queremos justicia» eran las palabras que gritaban los ciudadanos, para exigir justicia por los infantes.
Las familias unidas por la tragedia y el dolor de haber perdido a sus niños, llevaron al hombro los féretros, tras el velatorio de los cuerpos en tres domicilios, hasta la casa comunal para darles un último adiós en el barrio. Una vez en el lugar, los recibieron la música de arrullos y marimbas del grupo afroecuatoriano Afromestizo candente.
“Seguimos siendo maltratados por el solo hecho de ser negros”, se escuchó en los altoparlantes, entre la música alegre para despedir a los menores. Exactamente a las 15:00 partió el cortejo fúnebre de Las Malvinas, el populoso barrio de los niños en el sur de Guayaquil, con el objetivo de llegar al cementerio del Suburbio, en el suroeste de la ciudad.
Se tenia planeado que el traslado hasta el cementerio fuera en vehículo, pero decenas de personas decidieron salir a pie con los féretros al hombro a la vía Perimetral para recorrer a pie, bajo un intenso sol, los casi ocho kilómetros de distancia entre los dos lugares. También se hicieron presentes decenas de motocicletas acompañando el recorrido, entre sirenas, fuegos artificiales, música en altoparlantes y el sonido incesante de bocinas de motos y vehículos, que evidenciaba el dolor y conmoción por este suceso.
A las 16:40, los cuatro féretros alzados en lo alto arribaron al cementerio Ángel María Canals.
Las personas gritaban “militares criminales”, también expresaron su frustración contra el presidente de la República, Daniel Noboa. Las madres, tías y abuelas de los menores gritaban de dolor ante la inminente disposición de los féretros, en cuatro bóvedas de cemento fresco, construidas a ras de piso, para las víctimas.
El racismo y las vidas truncas de los chicos estuvieron entre los temas que tocó un orador espontáneo cuyo discurso apenas se escuchaba entre la multitud, pero al que los presentes respondieron a coro con la palabra “justicia”, previo a la disposición final de los cuerpos en sus tumbas, cerca de las 17:00.