El presidente Daniel Noboa, visitó la mañana de este jueves 9 de enero las instalaciones de TC Televisión, esto tras cumplirse un año del terrible día en el que un grupo de hombres armados y encapuchados, ingresaron de forma violenta al canal, un hecho que, incluso quedó registrado porque se produjo cuando se transmitía por la señal en vivo.
En su visita a las instalaciones, el mandatario fue acompañado por un fuerte resguardo policial y militar, además, también estuvieron presentes otras autoridades como: el ministro de Transporte y Obras Públicas, Roberto Luque, y el exsecretario de Comunicación, Roberto Izurieta.
“Recuerdo lo que vivimos en ese momento. Tuvimos que iniciar un mandato reclamando la guerra, no fue fácil, pero tuvimos el respaldo de la gente, el respaldo total y unánime de la Asamblea Nacional (…) Ahí están los huecos de las balas y los heridos. Nosotros no lo olvidamos. Jamás lo voy a olvidar de esto hasta el día en que muera y estoy seguro de que la gente lo vivió tampoco se va a olvidar», declaró el mandatario en su visita.
Para finalizar su visita, el mandatario instó a los ciudadanos que, “recordemos la valentía de las Fuerzas Armadas, de la Policía Nacional y de cada uno de nosotros. Muchos no dormimos varios días para asegurarnos de que el pueblo ecuatoriano estuviera con tranquilidad, seguridad y sin más muertes innecesarias”.
Este episodio «terrorista», no solo transcendió rápidamente en el territorio nacional, sino también a nivel internacional porque la noticia le dio la vuelta al mundo en menos de 24 horas. Varios medios de comunicación internacionales en distintos países replicaron la noticia y Ecuador se volvió el tema de conversación en los siguientes días.
Días después, el Gobierno del presidente Daniel Noboa, fue movido a declarar un estado de conflicto armado interno, ya que, después de lo sucedido en el canal, los grupos criminales empezaron a llenar de violencia las calles y cárceles de varias ciudades. Con esta decisión, se intensificó las operaciones militares y policiales contra las organizaciones delictivas para contrarrestar su poderío criminal, pero hasta el día de hoy la lucha contra la delincuencia es un enfrentamiento que continúa en su punto más vivo.