La mañana de este viernes 10 de enero, agentes de la Policía Nacional, ingresaron a las instalaciones del Palacio Legislativo para notificarle al secretario general de la Asamblea, Alejandro Muñoz, sobre el inicio de una denuncia en su contra, impulsada por el presidente-candidato Daniel Noboa. La denuncia, surge poco después de que Muñoz, devolviera el Decreto Ejecutivo No. 500 en el que Noboa, pretendía hacer campaña, mientras le encargaba la presidencia a Gellibert.
Con la temprana visita de los uniformados en la Legislación, se empezó a especular sobre un supuesto allanamiento en las instalaciones, sin embargo, no fue así, ya que, la Asamblea aclaró la verdadera razón de la presencia de los agentes mediante un comunicado, en el que explicaba que todo fue únicamente bajo el motivo de «constatar el lugar de los supuestos hechos».
La tarde de ayer, tras la devolución del decreto, Muñoz habló ante los medios y explicó que, “hacer campaña o proselitismo político no es una causa de fuerza mayor. El cumplimiento de la ley no es un caso de fuerza mayor”.
Muñoz, añadió que, al no solicitar licencia, Noboa estaría incurriendo en una infracción electoral grave, pero las palabras que seguramente no cayeron para nada bien al mandatario fueron aquellas en las que, mencionaba que, legítimamente Noboa debía encargar la presidencia a Verónica Abad, vicepresidenta electa por voto popular.
La causa de la denuncia en contra Muñoz se basa en una «supuesta simulación y usurpación de funciones», a lo que, Muñoz respondió catalogándola como «antijurídica e irracional”.
Según Muñoz, asegura que, él procedió dentro del cumplimiento de sus funciones, con la disposición y el apoyo de la presidenta encargada de la Asamblea, Esther Cuesta, afín al partido Revolución Ciudadana. «No he cometido ningún delito y, es por eso, que responsabilizo al Gobierno de Daniel Noboa por cualquier cosa que me pueda pasar a mí o a mi familia», dijo Muñoz a través de un vídeo.
A nivel nacional y políticamente hablando el proceder de Daniel Noboa ha sido muy mal visto. Las bancadas del Partido Social Cristiano (PSC), Construye y Revolución Ciudadana rechazaron categóricamente las acciones del presidente, señalándolo de «perseguidor», «populista» y de «atentar en contra de la democracia».