Los enfrentamientos en la región de Catatumbo, en el noroeste de Colombia, entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las FARC dejan más de 30 muertos, entre ellos cinco firmantes del acuerdo de paz que estaban desmovilizados, según informó este viernes 17 de enero la defensora del Pueblo, Iris Marín.
«Lo que se está presentando en el Catatumbo es de extrema gravedad», mencionó Marín en su cuenta de X, donde añadió que «se reportan más de 30 personas muertas según información en confirmación, al menos 5 firmantes de paz asesinados, 10 heridos».
Marín añadió que existen secuestros, niños sin acompañamiento, desplazamientos forzados y confinamientos, crímenes que el presidente colombiano, Gustavo Petro, ha considerado «de guerra» y por los que anunció la suspensión de los diálogos de paz con el ELN.
En imágenes divulgadas en redes sociales por habitantes de la zona se ve cómo en algunos caseríos la gente busca protección en sus casas para escapar del fuego cruzado entre el ELN y el Estado Mayor Central (EMC), una de las disidencias de las FARC.
El jefe guerrillero, Andrey Avendaño, comandante del Frente 33 de las disidencias de las FARC, aseguró en un mensaje de audio que el ELN «ha tomado la decisión de atacar a todas nuestras unidades y han matado civiles, gente desarmada».
Ante la situación, Marín hizo un llamado al ELN para que respete el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y cese de inmediato los ataques contra la población, al tiempo que pidió priorizar las acciones humanitarias para proteger a la población.
La zona de Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, es una región pobre y montañosa que limita con Venezuela. En ella operan el ELN, disidencias de las FARC, un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL) y otras bandas que se disputan el control de los cultivos de coca y de los corredores para el narcotráfico.
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