En un avance significativo, el gobierno sirio en Damasco ha llegado a un acuerdo con la administración kurda en Rojava para unificar sus fuerzas en respuesta a las crecientes amenazas de Turquía. El acuerdo, marca un giro histórico en la política y las alianzas militares sirias. La decisión se produce en medio de la creciente tensión en el norte de Siria, donde se han intensificado las operaciones militares turcas contra las fuerzas kurdas. El acuerdo busca fortalecer la unidad interna de Siria y reforzar sus defensas contra amenazas externas, en particular las de Turquía, que ha buscado expandir su influencia en la región.
El acuerdo de unificación incluye la integración de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por los kurdos y que controlan una parte significativa del norte de Siria, en el marco militar nacional de Siria. Se espera que esta medida consolide el control sobre las zonas de mayoría kurda y mejore la capacidad defensiva de Siria. La unificación permitirá que tanto las fuerzas sirias como los combatientes kurdos colaboren de forma más eficaz, presentando un frente unido contra la agresión turca y creando una estrategia de defensa nacional más cohesionada. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha expresado su apoyo al acuerdo, destacando su potencial para estabilizar la región y fortalecer la soberanía de Siria. Rubio enfatizó que la unificación podría proporcionar una plataforma para un gobierno no sectario que garantice los derechos de todas las minorías étnicas y religiosas en Siria. Estados Unidos considera el acuerdo un paso positivo para reducir las tensiones regionales y promover la paz en Siria, sumida en una guerra civil durante más de una década.
El acuerdo llega en un momento en que las ofensivas militares turcas en el norte de Siria se están intensificando. Turquía ha estado atacando a los grupos kurdos, en particular a los afiliados a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), acusándolos de tener vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado una organización terrorista por Turquía. Estas operaciones han propiciado una mayor autonomía kurda en la región, pero también han aumentado la amenaza de nuevas incursiones turcas. En respuesta, las fuerzas kurdas han buscado alianzas más sólidas con el gobierno sirio para proteger sus territorios.
Si bien la unificación se considera un avance, persisten desafíos para la plena implementación del acuerdo. Ambas partes reconocen las dificultades de integrar las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en el ejército nacional sirio, y existe preocupación por las tensiones políticas y militares que puedan surgir. Sin embargo, existe un optimismo moderado respecto a que esta colaboración conducirá a una mayor estabilidad y ayudará a contrarrestar las presiones externas, en particular las de Turquía, a la vez que promoverá la reconciliación interna y la unidad en Siria.