Investigaciones periodísticas realizadas por el medio brasileño Agência Pública, y el medio colombiano Revista Raya, ahondan en el entramado de corrupción dado en las empresas de la familia del presidente de la República. Y es que, todo partió desde la denuncia pública emitida por el comunicador social Andrés Durán, en donde con evidencia en mano resaltaba las acciones cometidas por Noboa Trading Co en cuanto a su relación con el tráfico de cocaína en los contenedores de banano.
La empresa de Daniel Noboa, es la accionista mayoritaria de una exportadora de bananos con principal destino a Europa, en donde se hallaron toneladas de cocaína de acuerdo a las pericias de las autoridades del viejo continente. La cocaína fue enviada en paquetes de banano a través de los contenedores, mas sin embargo, la propia Policía Nacional del Ecuador logró incautarles por tres ocasiones el cargamento.
De todos modos, el comercio con la cocaína continúo en la empresa exportadora de banano que tiene como matriz a Lanfranco Holdings SA, en donde el presidente de la República comparte sus acciones de propiedad con su hermano John Noboa. Esta información fue recabada por las investigaciones periodísticas, quienes atestiguaron que Lanfranco se constituía como una offshore con sede en Panamá.
Dentro de los Pandora Papers, también aparece dicha trama de corrupción, cuya indagación fue iniciada por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ). Cabe recalcar que Lanfranco es el accionista mayoritario de Noboa Trading Co con el 51% de la propiedad empresarial.
Luisa González alertaba a la ciudadanía sobre este caso durante el debate presidencial de la segunda vuelta, al afirmar que Noboa Trading exportaba banano mezclado con droga. Actualmente Noboa Trading tiene como director general, a Roberto Ponce Noboa, primo del presidente de la República. La situación ha conminado a un escenario aún más turbio e incógnito, ya que Daniel Noboa en ningún momento negó las acusaciones.