Un enfrentamiento armando entre las facciones Boko Haram y el Estado Islámico del África Occidental en la región del lago Chad, en el noreste de Nigeria, dejó alrededor de 200 militantes muertos durante este 8 y 9 de noviembre, en lo que se describe como una batalla por el control territorial y de rutas de financiación entre ambas organizaciones.
Según fuentes de inteligencia nigerianas y testimonios de grupos civiles aliados, ISWAP sufrió las mayores pérdidas, incluidas embarcaciones marítimas capturadas por Boko Haram, y la acción se desarrolló en zonas ribereñas del lago que conectan Nigeria con Chad, Níger y Camerún, aprovechadas habitualmente para operar redes ilícitas.
El episodio representa uno de los choques más letales registrados entre grupos yihadistas rivales en la zona y plantea interrogantes sobre la fragmentación del terrorismo en el Sahel, así como la necesidad de mayor coordinación internacional y dispositivos de vigilancia en una región donde el Estado ha tenido dificultades para establecer control pleno.
