En medio de críticas por supuestas presiones, el recién nombrado ministro de Trabajo, Harold Burbano, acudió a la Comisión de Fiscalización de la Asamblea el 21 de noviembre de 2025 para explicar el proceso que permitió al radiodifusor Álvaro Rosero quedar habilitado para ocupar cargos públicos, tras haber estado impedido de hacerlo.
Burbano, con apenas tres días en el cargo, calificó el asunto como “un tema doméstico”, aunque manifestó su disposición a aclarar cualquier duda sobre la actuación del Ministerio de Trabajo. Durante su intervención también se refirió a la salida del director de Trabajo de Pichincha, Christian Marín, quien aseguró haber renunciado por presiones relacionadas con el caso Rosero.
El ministro sostuvo que Rosero cumplió con los requisitos y presentó un certificado del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), el cual confirmaba que no tenía deudas pendientes. Precisó que la labor del Ministerio es únicamente verificar la validez de dicho documento, sin intervenir en los acuerdos que lo originaron.
Burbano añadió que los trámites administrativos suelen ser largos y requieren la participación de varias instancias antes de registrarse en el sistema oficial. Sobre la salida de Marín, afirmó que se trató de una decisión propia respecto a personal de confianza y negó que existieran presiones vinculadas al levantamiento de la prohibición contra Rosero.
