Mantener un estilo de vida activo nos ayuda a mantenernos sanos y fuertes, independientemente del sexo o la edad. De ahí que dediquemos este artículo a repasar los beneficios de hacer 30 minutos diarios de ejercicios.
Antes de ponernos con ello, debemos distinguir entre ejercicio y actividad física. Para ello, nos remitiremos a la información aportada por los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“se considera actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que supongan un consumo de energía. Ello incluye los deportes, el ejercicio y otras actividades como jugar, caminar, realizar tareas domésticas, practicar la jardinería y bailar. Toda actividad, ya sea para trabajar o desplazarse caminando o en bicicleta, o como parte de actividades recreativas, supone un beneficio para la salud”.
Teniendo en cuenta esto, ahora podemos pasar a los beneficios que supone hacer 30 minutos diarios de ejercicio.
1. Sanea el sistema cardiovascular
Como mencionábamos al inicio, una rutina diaria de ejercicios reporta múltiples beneficios. Esta actividad repercute en cada uno de los órganos del cuerpo. En cuanto al corazón, la sangre circula mejor.
De esa manera, puede llegar a todos los rincones del cuerpo el oxígeno, que es primordial para el metabolismo. Precisamente por ello, la práctica habitual de ejercicios físicos ayuda a prevenir las afecciones cardíacas.
2. Contrarresta la hipertensión arterial y la diabetes
Especialmente beneficiadas por la ejercitación física, podrían ser las personas que padecen hipertensión. Por supuesto, para realizar hasta la rutina más moderada, se debe contar con la aprobación del médico que ha seguido la evolución del paciente.
Como indica la literatura científica, los beneficios de la práctica habitual de ejercicios físicos siempre son potenciados si se los acompaña de una alimentación saludable. Aunque siempre bajo la valoración de un facultativo, algunos pacientes han abandonado incluso la medicación. Tales son las ventajas de llevar una vida activa y de eliminar los malos hábitos alimenticios.
Asimismo, la actividad física, al favorecer el metabolismo, regula también los niveles de glucosa en sangre. De ahí la importancia de la ejercitación física para los pacientes aquejados de diabetes. Combinada con una dieta balanceada no puede sino ser fuente de bienestar para personas que ven mermada su calidad de vida.
3. Hace que aumente la autoestima
El ejercicio actúa como un antidepresivo, por lo que mejora el estado de ánimo. Por extensión, aumenta la autoestima; es decir, el necesario amor hacia nosotros mismos. Es un hecho que cuando nos sentimos vitales desde el punto de vista físico, lo estamos también para afrontar la vida en general.
4. Mejora la calidad de sueño
Hacer ejercicio regular también incide sobre la capacidad para relajarse y dormir mejor. De hecho, una investigación sugiere que 150 minutos de ejercicio vigoroso a la semana puede mejorar hasta un 65 % la calidad de sueño.
Asimismo, el agotamiento de energía que se produce por el ejercicio contribuye a estimular los procesos de recuperación durante el sueño. En general, podría reducir el insomnio y otros trastornos del sueño.
Los expertos recomiendan una actividad física de 30 minutos al menos 4 veces por semana. Ahora que conoces de primera mano los beneficios que comporta la práctica habitual de ejercicios físicos, ¿a qué esperas? Decídete y empieza.
Ten en cuenta que mientras realizamos ejercicio la presión arterial tiende a subir, si bien luego se normaliza. Ahora bien, no conviene comenzar a ejercitarse si la presión se encuentra elevada. En ese caso, será mejor esperar a que se normalice. No obstante, ante cualquier duda, lo mejor siempre será pedir consejo a un profesional de la salud.
Gracias al ejercicio físico, todo tu organismo se verá beneficiado. Te sentirás mejor contigo mismo. No solo tendrás más energía, sino que tu cuerpo se volverá más esbelto y armónico. Anímate y empieza ya.