Ecuador cierra el año 2021 con cerca de 335.000 contagios adicionales respecto a 2020, un total de 547.186 casos al jueves 30 de diciembre, pero de una forma u otra una epidemia y una recuperación económica emergente, gracias a la vacunación transitoria de 12,6 millones de personas.
Comparado con los dramáticos momentos de marzo a mayo de 2020, cuando las imágenes de cadáveres por las calles de Guayaquil ocuparon los titulares de todo el mundo, o con el colapso de los hospitales hasta el primer trimestre de 2021, la situación de Ecuador ha mejorado de forma inusual en la segunda mitad del año.
Porque a pesar de que la tasa de infección ha aumentado en un 158% anual, la tasa de ocupación hospitalaria y la tasa de mortalidad han disminuido significativamente.
Detrás de esta contención, que por supuesto ha tenido sus paréntesis en coincidencia con períodos de fiestas locales, está una masiva vacunación entre mayo y septiembre.
En Ecuador el 78 % de la población objetivo mayor de 5 años está vacunada con pauta completa, y casi un millón de ellos con dosis de refuerzo, producto de una enérgica acción de parte del actual mandatario Guillermo Lasso, que en su campaña electoral había prometido poner fin al desorden de meses anteriores en los que el país se vio casi sin vacunas.
Estas medidas consisten en restringir accesos a espacios públicos no esenciales -quedan fuera, por ejemplo, hospitales y centros educativos- a aquellos que no presenten el carné de vacunación con pauta completa.
Y valoró que es improbable “una crisis como la del año pasado”, pero sí una posible congestión del sistema de salud.
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