“Twitter tiene un potencial extraordinario, yo lo desbloquearé”, fue uno de los mensajes del multimillonario Elon Musk en la primera carta que envió a los directivos de esta red social, en abril de este año, donde mostró su intención de comprar el 100% de las acciones de la empresa.
Twitter se ha convertido en una de las plataformas sociales más influyentes del planeta, sobre todo en temas políticos y sociales. Eso, al mismo tiempo, ha derivado en que sea una red social extremadamente polarizada, ya sea para los sectores de derecha o izquierda.
Una de las preocupaciones de Musk antes de comprar Twitter, que finalmente se concretó el pasado jueves, era la presencia de ‘bots de spam’. El tema incluso puso en espera el acuerdo de compra-venta de la compañía.
En mayo pasado, Musk anunció que su intención de adquirir Twitter “no puede seguir adelante” hasta que vea más información sobre la prevalencia de las cuentas de spam. Afirmó entonces que la plataforma falsificó los números en las presentaciones y que tiene un 20% de cuentas falsas o spam.
El propietario de Tesla y de SpaceX criticó en un inicio que aproximadamente el 90% de los comentarios que se emiten en la plataforma están creados por ‘bots’. Su propuesta era erradicarlos una vez que adquiera la totalidad de acciones de la red social.
En declaraciones a la prensa internacional, Emilio Ferrara, experto en contar ‘bots’ y quien trabajó en una investigación para Musk durante el verano pasado, mencionó que el valor de la plataforma está en poder tener debates civilizados y hablar con libertad, sin interferencia de “cuentas nefastas” y sin estafas, mensajes no solicitados, pornografía o acoso.
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