El Salvador comenzó a destruir tumbas con pintadas de pandilleros en cementerios públicos del país para borrar todo vestigio de estos grupos criminales y evitar que sigan aterrorizando a la población.
“Aquí se retiraron cerca de 80 lápidas de las tumbas que estaban con grafitis que los pandilleros usaban no solamente para venir el Día de los Difuntos sino que ellos venían a hacer rituales satánicos en la semana causando terror a la población”, manifestó a periodistas el miércoles 2 de noviembre de 2022, el alcalde de Santa Tecla, Henry Flores, en el cementerio municipal de esa cuidad.
“Nuestro plan es que haya cero grafitis para que la gente se sienta segura”, agregó.
Santa Tecla, una de las ciudades más populosas del país, está ubicada en la periferia oeste de San Salvador y por años ha sido unos de los bastiones de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), pero desde que el gobierno inició una campaña de persecución el 27 de marzo la mayoría de sus integrantes está en la cárcel y otros habrían buscado refugio en zonas rurales.