En una conferencia de prensa, Sayli Pérez Hernández, Directora Comercial de la Empresa cubana de Molinería del Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL), informó el sábado sobre la inestabilidad de la harina en el país. Destacó que esta situación se origina a raíz de restricciones financieras y logísticas que han retrasado la llegada del trigo necesario para la producción de harina, un componente fundamental para elaborar diariamente el pan de la canasta familiar normada y otros usos sociales.
Pérez Hernández resaltó el marcado déficit en los inventarios disponibles de harina en todas las provincias cubanas, incluyendo el municipio especial Isla de la Juventud. Además, subrayó que la industria alimentaria se ve afectada por el bloqueo financiero y comercial de Estados Unidos, así como por la crisis económica mundial, generando inconvenientes en los embarques planificados que son esenciales para la producción continua de harina en todo el país.
En este contexto, Emerio González Lorenzo, Presidente del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria, detalló las notables carencias y limitaciones que enfrenta su sector, repercutiendo directamente en los inventarios disponibles de harina en la actualidad.
«La producción de harina es una prioridad de alta importancia para el OSDE, el Ministerio y la máxima dirección del país, ya que representa la elaboración de un producto esencial en los hogares, entregado diariamente como parte de la canasta familiar normada», afirmó González Lorenzo. Ante la situación que impide contar con los recursos necesarios para la producción de pan, se ha establecido un sistema de trabajo que involucra a varios organismos, empresas importadoras, el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, otros proveedores y las Formas de Gestión No Estatal.
González Lorenzo explicó que la estrategia, diseñada con sensibilidad, busca alternativas para mitigar el impacto en la población. Actualmente, Cuba cuenta con un solo molino de trigo operativo, el de Cienfuegos, de los cinco existentes. Este molino produce solo 250 toneladas de harina al día, mientras que el consumo diario de pan de la canasta familiar normada es de 700 toneladas, más un mínimo para otros consumos sociales, como instituciones de salud.
En conclusión, González Lorenzo reafirmó los esfuerzos constantes y las alternativas impulsadas desde los gobiernos locales ante esta situación, junto con el seguimiento sistemático de las operaciones de transporte para garantizar la eficiencia de los servicios por parte de la industria alimentaria cubana.