Después de proporcionar su testimonio en una audiencia de hábeas corpus, la Comisión de Derechos Humanos denunció el presunto delito ante la Fiscalía. Hasta el momento, no se ha llevado a cabo ninguna diligencia investigativa.
El 26 de abril de 2024, la joven compareció ante un juez y relató los acontecimientos que podrían constituir actos de tortura y graves violaciones a los derechos humanos de las personas privadas de la libertad.
“Yo simplemente no fui solamente agredida, ni utilizada por las fuerzas militares. Yo fui violada y me sacaron algo para el hospital porque esa gente me tenía en una celda que muy bien, ellos lo deben de reconocer, que se llama «Íntima», donde encierran a la gente y no solamente a mí, sino a los mismos cuatro transexuales.
No solamente fui violada por cinco hombres, también me pusieron a hacerle sexo oral y fui escupida. Me cortaron el cabello porque yo nunca me quise hacer el corte de cabello porque para ellos soy un hombre y le muestro mis partes (le muestra los glúteos y la espalda que tienen golpes)”.
Este testimonio está registrado en el acta de la audiencia de hábeas corpus. Durante aproximadamente 7 minutos, la joven detalló varios incidentes que, según la Comisión de Derechos Humanos, podrían constituir graves violaciones a los derechos humanos.
Aunque no demanda ser tratada como mujer, la joven aclara que se identifica como persona transexual. Además, es afrodescendiente, migrante, vive con VIH y está privada de su libertad en la Penitenciaría de Guayaquil.
Durante su testimonio, señaló que no tiene una sentencia definitiva, al igual que el 35% de las personas que se encuentran en las cárceles de Ecuador. Por lo tanto, se debe presumir su inocencia hasta que la justicia dictamine lo contrario.
Para la joven privada de la libertad, este factor fue crucial al relatar las torturas que afirma haber sufrido.
La joven, quien vive con VIH, afirmó en su testimonio que contrajo la enfermedad en la cárcel, donde los militares la habrían obligado a tener relaciones sexuales con personas portadoras de VIH y tuberculosis. A pesar de su condición de salud, no se le ha permitido ser trasladada al pabellón de atención prioritaria y sigue en el de varones.
En su testimonio, aseguró que no es la única persona trans en estas condiciones, pues su compañera que “se está muriendo” habría pedido ser trasladada a un médico y le respondieron: “Ahí te mueres maricón”.
También relató que les estarían haciendo comer en el suelo, en una tarrina, y los alimentos son insuficientes. Mientras que “para que se gane” el desayuno debe desnudarse mientras se transmiten «el show» en tiktok.
El hábeas corpus presentado fue denegado.
A pesar del testimonio presentado, el juez que llevó el caso del hábeas corpus no ordenó ningún tratamiento médico y denegó el recurso. Ante esta decisión, la Comisión de Derechos Humanos, la organización que respalda el caso, presentó una apelación.
El presunto delito de violación cometido por militares contra la joven trans fue denunciado ante la Fiscalía el 29 de febrero de 2024. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha podido llevar a cabo ninguna diligencia investigativa debido a que les han negado el acceso al Centro de Rehabilitación Social.
La Comisión de Derechos Humanos ha tomado conocimiento de más casos de tortura contra personas LGBTI privadas de la libertad, por lo que ha solicitado medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.