Ecuador se encuentra inmerso en un conflicto armado interno que lleva 141 días, y las Fuerzas Armadas (FF.AA) son ahora la principal fuerza estatal para enfrentar a los grupos terroristas. Sin embargo, su fortalecimiento avanza de forma lenta y discreta.
Desde 2019, tras el paro indígena en contra del Gobierno de Lenín Moreno, se ha discutido en el país sobre el cambio de rol de las Fuerzas Armadas.
En un principio, se planteó orientarlas hacia tareas de contrainsurgencia. Posteriormente, ante la crisis de seguridad, la administración de Guillermo Lasso propuso que las FF.AA. colaboren con la Policía Nacional en labores relacionadas con la seguridad interna. Incluso, se sugirió que este cambio se someta a votación en una consulta popular. Sin embargo, la Corte Constitucional (CC) determinó que el proceso de reforma debía pasar primero por la Asamblea Nacional. Finalmente, el cambio de rol de las Fuerzas Armadas se decidió en dicho ámbito y fue sometido a votación el 21 de abril de 2024, obteniendo un respaldo mayoritario de la ciudadanía. Además, el 9 de enero de 2024, con Daniel Noboa como Presidente de la República, el Ejecutivo declaró oficialmente la existencia de una guerra interna contra el terrorismo.
Los militares fueron desplegados en todo el país para enfrentar a las bandas narcodelictivas. A pesar del aumento de sus responsabilidades, las Fuerzas Armadas no han experimentado mejoras significativas en términos de equipamiento y armamento.
En septiembre de 2023, Luis Lara, quien ocupaba el cargo de ministro de Defensa en ese momento, anunció que el gasto militar proyectado para los próximos años rondaba los USD 700 millones. El propósito de esta inversión era mejorar el equipamiento en las tres ramas militares: Terrestre, Naval y Aérea, con el fin de hacer frente a amenazas híbridas como el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado transnacional. Sin embargo, dos meses después de este anuncio, se produjo un cambio anticipado de gobierno tras la declaración de muerte cruzada, y Noboa asumió la presidencia.
Según la información proporcionada por el Ministerio de Finanzas, a principios de año se estableció un presupuesto de USD 1.365 millones para Defensa. Hasta abril, este monto se incrementó a USD 1.586 millones. De esta asignación, durante el primer cuatrimestre se comprometieron USD 403,9 millones y ya se han desembolsado USD 387,8 millones.